INGREDIENTES:
Caldo de pescado,1 litro y 1/4.
1/4 Kg. de cebolla.
1 dl. de aceite.
25 g. de harina.
50 g. de mantequilla.
50 g. de queso Gruyére.
Sal y pimienta.
Dos dientes de ajo.
100 g de pan.
MODO DE HACERLO: 100 g. del pan partido a lonchas en forma de sopas, se tuestan en el horno. Se pone en un plato refractario.
En cacerola se pone el aceite y cuando esté caliente se añade la cebolla partida a tiras muy finas y los ajos picados finos. Se estofa.
Cuando la cebolla esté tierna se pone a fuego un poco más fuerte, se añade la harina rehogándola y se añade el caldo removiendo suavemente con varillas. Cuando haya hervido un minuto se le pone sal y pimienta blanca molida, a gusto.
Se vierte sobre el pan tostado, de manera que la cebolla quede distribuida. Se espolvorea con queso rallado 50 g. se pone encima otros 50 g. de mantequilla a trozos y se mete a horno fuerte, en la parte de arriba, hasta que tome color dorado.
Se sirve en la misma cazuela o plato refractario, sobre fuente, sobre servilleta.
LAS CEBOLLAS: Al comprarlas, comprobar que estén apretadas.
La parte del cuello pequeño y sin florecer.
Las pequeñas tienen más sabor que las grandes.
Para eliminar el olor a cebolla de las manos, aclararlas inmediatamente con agua fría y frotarlas con limón, lavándolas a continuación con agua y jabón.
Para congelar cebollas: Partidas a tiras, o troceadas, según el uso que se le vaya a dar, escaldarlas durante un minuto en agua hirviendo. Escurrir, secar con un paño, y ponerlas en recipientes o bolsas de plástico, lo más extendidas posible. Puede congelarse también estofada, en cacerola y a fuego lento. La encontraremos preparada para cualquier guiso.
Para que no lloren los ojos al picar la cebolla, lo mejor es tenerlas previamente un rato en el congelador, o mojarlas con agua fría antes de picarlas.
Comentar desde Facebook