Florentina de marisco

Florentina de marisco
Florentina de marisco

Las Florentinas de marisco son un plato que combina mariscos con una preparación típica de la cocina italiana, específicamente de la región de Florencia. Este término se refiere a una técnica culinaria que generalmente implica la utilización de ingredientes frescos y una presentación cuidada.

Características del plato

  • Base de mariscos: Se utilizan diversos tipos de mariscos, como gambas, mejillones, calamares o pulpo, que aportan un sabor intenso y característico.
  • Preparación: Los mariscos se suelen cocinar en una salsa a base de tomate, ajo y hierbas aromáticas. A menudo se les añade un toque de vino blanco para realzar los sabores.
  • Acompañamiento: Este plato puede servirse sobre una cama de espinacas o acompañado de arroz, pasta o pan, lo que permite disfrutar al máximo de la salsa.

Origen del nombre

El término «a la florentina» se refiere a la manera en que se preparan los platos en Florencia, donde los ingredientes frescos y las técnicas simples resaltan los sabores naturales. Aunque el plato no es exclusivo de Florencia, su nombre evoca la tradición culinaria de esta región.

Variaciones

Existen muchas variaciones de las Florentinas de marisco, dependiendo de los ingredientes locales y las preferencias personales. Algunas recetas incluyen salsas más elaboradas o combinaciones con otros vegetales.En resumen, las Florentinas de marisco son una deliciosa opción que celebra la frescura del mar y la tradición culinaria italiana.

Ingredientes

  • 50 grs. de gambas.
  • 50 grs. de harina.
  • 50 grs. de mantequilla.
  • 100 grs. de espinacas cocidas.
  • 1/2 litro de leche.
  • Nuez moscada.
  • Sal. Pimienta blanca molida.
  • Huevo y pan rallado.
  • Aceite para freír.

Modo de hacerlo

Las espinacas, se pican muy menudas.

En cacerola, se pone la harina y la mantequilla se acerca a fuego suave para que se funda, se mezcla y se hace hervir. Cuando hierve se añade de una vez la leche hirviendo, se agita con varillas para que quede fina, se añade las gambas muy picadas y las espinacas muy escurridas y picadas. Se hace hervir dos minutos, condimentándolo a gusto con sal, pimienta blanca molida y nuez moscada.

Se vierte a un recipiente hondo, reservándolo hasta enfriar. Una vez frío o un poco templado, se forman pequeñas porciones que se van echando sobre la mesa espolvoreada con harina. Con la mano, sobre el mármol, se forman bolitas y se reservan hasta que estén frías. Se envuelven en huevo batido con una cucharada de agua, en pan rallado, y se fríen en abundante aceite frito bastante caliente. Se escurren en rejilla y se sirven calientes.

ACEITE: CONSEJOS O SUGERENCIAS

El aceite de oliva no es más graso que el de otras semillas ni aporta al organismo más calorías.

Todos los aceites proporcionan al organismo 9 calorías por gramo.

El aceite se conserva perfectamente en su recipiente, sobre todo si es de vidrio, lejos de la luz y sin excesivos cambios de temperatura.

Envejece a los dos años como máximo.

A la hora de freír: Está a punto de fritura cuando empieza a humear. Empieza a humear a temperatura elevada, a 240º, a 210 la manteca de cerdo, a 140 la margarina y a 130 la mantequilla.

Debemos evitar que el aceite se caliente en exceso. Para ello, usar recipientes de fondo grueso.

Cerciorarse de que los productos que vayamos a freír y la misma sartén o freidora estén limpios y completamente secos antes de empezar.

Calentar siempre el aceite lentamente. No utilizar nunca el fuego intenso.

No tener la llama o temperatura de la placa demasiado alta y menos continuamente.

Asegurar que las llamas no suban por encima de los bordes de la sartén.

Alejar el agua o vapor que se puede desprender de las tapaderas y que se transforma en agua pudiendo caer en el aceite y saltar.

Tener cuidado de que los mangos de la sartén no sobresalgan del fogón, para evitar el peligro de moverlo al pasar.

Controlar, poniendo al empezar algo para freír: pan, cebolla o un trocito de patata. Cuando esto esté dorándose tendrá ya el punto.

A continuación mientras se fríe, mantener la temperatura a nivel constante, teniendo en cuenta que los alimentos que ponemos a freír al empezar, hacen bajar la temperatura de la fritura.

No trasladar nunca la sartén de un lado a otro con el aceite caliente.

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Autor

Mª Rosario Aldaz Donamaría

Mª Rosario Aldaz Donamaría, profesora de cocina y repostería, autora libro escuela de cocina navarra "El Bosquecillo" y abierta a cualquier sugerencia, opinión o comentario.

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