El Tossal de la Salut es el primer tinto 100% garnacha de la D.O. Conca de Barberá. Elaborado a partir de viñas situadas a 700 metros de altura en las montañas de Prades, esta nueva apuesta enológica de la bodega Abadía de Poblet representa fielmente la singularidad y el valor del origen .
“Nuestro principal objetivo es que cada uno de los vinos que elaboramos reflejen su procedencia, y la tipicidad de los varietales de la zona buscando siempre transmitir desde la botella la unicidad del paisaje.
Un paisaje que hemos logrado “embotellar” en El Tossal de la Salut” , afirma Ricard Rofes, enólogo de Abadía de Poblet. Con una producción muy limitada de unas 1.000 botellas , este tinto ejemplifica el método artesanal de la bodega de Abadía de Poblet .
Un método, que recupera los procesos que durante siglos emplearon los monjes de la Orden del Císter procedentes de Borgoña y con el que se busca la máxima expresividad varietal y del terroir ; y que forma parte de la filosofía de elaboración de todos y cada uno de los vinos.
Un compromiso por la tradición que también está presente en las nuevas añadas de La Font Voltada 2015, un trepat de finca fino, fresco y afrutado que representa fielmente el carácter varietal de la región; Abadía de Poblet Blanco 2016 un vino ligero, directo, y caracterizado por aromas a frutas carnosas y flores blancas elaborado con macabeo y parellada; y Abadía de Poblet Tinto 2016 reflejo de la personalidad del terroir de Conca del Barberà.
Elaborado con trepat, garrut, garnacha y ull de llebre este tinto se caracteriza por sus notas frutales y su frescura. Todos ellos vinos de monasterio que representan fielmente el respeto y la estima tanto por las costumbres ancestrales, la elaboración artesanal y el entorno único en el que han sido recolectados y envejecidos.
LA BODEGA DENTRO DE UN MONASTERIO
Fundado en 1150, el Monasterio de Poblet de la orden del Císter se considera el conjunto monástico habitado más grande de Europa. En 1991 fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
La bodega Abadía de Poblet, la única de Cataluña ubicada dentro de un monumento histórico , nace del deseo de la antigua comunidad cisterciense por retomar la tradición vinícola de este territorio. Los monjes de Poblet fueron los que en el siglo XVI trajeron de Borgoña algunos de los conocimientos vitivinícolas más relevantes.
Todo empezó en los años 80, cuando la familia Codorníu Raventós acordó con la comunidad monacal de Poblet la explotación futura de su viñedo y emprendió con ello una profunda remodelación del espacio intramuros. En el año 2000, con la viña ya adulta, se reforma la bodega que a partir de entonces elaborará los vinos de la finca de Poblet ubicada junto al monasterio.
Esta bodega mantiene intactos diferentes elementos de la construcción inicial del siglo XIX (bóvedas catalanas y arcos de obra vista), además del portal y las ventanas góticas de la fachada, procedentes de una antigua edificación abacial del siglo XV. Actualmente, se ha convertido en una de las bodegas de referencia de la D.O. Conca de Barberà gracias a su excelente situación geográfica, en un terreno inmejorable para el cultivo de la uva