No es casualidad que el 80% de los veganos sean mujeres y sólo el 20% sean hombres. Esa enorme desproporción tiene una base científica. Para ser exactos, psicológica.
Lo prueba una reciente investigación de la Universidad de Southhampton. Y es que los hombres encuentran más presión social a la hora de pasarse a una dieta vegetariana. Los autores del estudio comprobaron que muchos hombres tenían dificultades para pedir un menú vegetal cuando comían en compañía de otros varones.
Por un lado, había algunos que tenían miedo de que se les viera como menos viriles. Y, por otro, los había que sentían que quedaban socialmente aislados por sus amigos de antaño, cuando dejaban de comer carne.
