Las delicias turcas aparecen en la película ‘Las Crónicas de Narnia’ basada en el libro ‘El león, la bruja y el armario’ de Clive Staples Lewis.
Cuando la bruja blanca le pregunta a Edmund Pevensie, “Si pudieras pedir cualquier cosa de comer que apareciera de la nada, ¿qué pedirías? Su respuesta fue ‘delicias turcas’.
En otro artículo de Periodista Digital hicimos helado de pistacho fácil, hoy un postre con historia.
Historia de las delicias turcas
Este atractivo postre se llama lokum en turco, y a finales del siglo XVIII probablemente durante el reinado de Abdulhamid I.
El sultán Abdulhamid I reinó desde 1774 hasta 1789, así que pudo ser durante esta época. La riqueza y esplendor de los sultanes turcos fue admirada durante siglos. Parte de su esplendor se reflejaba en la repostería, creando todo tipo de postres donde usaban azúcar, miel o frutos secos.
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El confitero que los creó se llamaba Haci Bekir Effendi, llegó a Estambul en 1.777, según cita theculturetrip. Fundó la confitería Haci Bekir, un negocio que todavía sigue abierto al público.
Berik Effendi se mudó a Estambul, centro de negocios del Imperio Otomano. Cuando se creó la maicena o harina de maíz a mediados del siglo XIX, Berik modificó su receta original, reemplazando la harina por maicena como aglutinante. Este cambio es lo que le dio al dulce su característica masticabilidad.
Su creación era única, la receta de Berik Effendi ganó tanta notoriedad que el Sultán Mahmud II, —que gobernaba en aquel momento—, le nombró jefe de repostería de palacio. Un gran honor que su familia mantuvo hasta el final del Imperio Otomano en 1920.
La confitería Haci Bekir, se encuentra a pocos pasos del puerto en una pequeña calle tras la Mezquita Nueva en el distrito de Bahçekapi de Estambul.
La pastelería mantiene a la venta las delicias turcas tradicionales con la receta tradicional, pero también crean sabores novedosos como el jengibre, el chocolate, menta, granada o la canela.
Si visitas Estambul, la dirección del local es: Hobyar, 1, Zahire Borsası Sk., 34112 Fatih y el teléfono: +90 212 522 06 66.
elicias turcas, receta tradicional
Ingredientes
- Azúcar – 800 g
- Agua – 800 ml
- Zumo de limón – El de un limón
- Harina de maíz o maicena– 160 g
- Crémor tártaro – 1 cucharada rasa
- Aroma de vainilla (o agua de rosas) – 1 cuchara
- Colorante líquido (del color que prefieras) – 5 gotas
Decoración
- Azúcar en polvo- 75 g
- Harina de maíz o maicena – 40 g
Preparación
- En un cazo a fuego lento añadimos 800 g de azúcar, el zumo de un limón y 200 de agua.
- Remover con una cuchara para ayudar a que el azúcar se disuelva.
- Una vez se haya disuelto seguir removiendo, hasta que vaya adquiriendo textura.
- Cuando notes que al remover está bastante espeso, toma varias cucharadas del almíbar y las pone en un vaso pequeño o una taza de café.
- Deja reposar unos segundos y con cuidado introduce el dedo, debe estar denso, como si fuera gelatina, lo notarás al introducir el dedo.
- Cuando tengas el almíbar denso apaga el fuego.
- En otro recipiente apto para cocinar añadir la harina de maíz, 600 ml de agua y el crémor tártaro. Este ingrediente ayuda a dar consistencia lo encuentras en cualquier gran superficie de la sección repostería (es ideal para hacer merengues).
- Calentar a fuego medio sin dejar de remover.
- Poco a poco verás la mezcla espesa y queda como una crema densa color blanco.
- Cuando veas tiene textura de una pasta densa ese es el punto.
- A continuación bajar el fuego, y añadir muy poco a poco en forma de hilo el almíbar que preparamos al principio. Mientras seguir batiendo.
- Continuar añadiendo poco a poco el almíbar y batir hasta integrar todo el almíbar.
- La mezcla irá adquiriendo una textura densa, brillante y cada vez más clara.
- Cocinar a fuego lento durante 45 minutos removiendo de vez en cuando.
- Pasados 45 minutos la mezcla está de color dorado y parece como crema de caramelo. Este es el punto que buscamos.
- Añadir una cucharada de aroma de vainilla (o de agua de rosas) y cinco gotitas del colorante que prefieras. Remover. En este paso si quieres hacer de distintos colores. Divide la mezcla ‘base’ en tres recipientes antes de añadir colorante, luego añade en cada recipiente unas gotitas del color que quieras. Si prefieres no complicarte pues usa solo un color.
- Forra un táper o una fuente de vidrio con papel de horno. Añade unas gotitas de aceite por el contorno del diámetro interior del táper o fuente.
- Verter la mezcla de las delicias turcas. Dejar reposar toda la noche en la nevera. Si tienes de varios colores cada uno irá en un táper distinto.
- Al día siguiente, en un recipiente mezcla 40 g de maicena o harina de maíz y 75 g de azúcar en polvo. Espolvorear un poco sobre una superficie plana.
- Sacar el táper de la nevera. Desmoldar del recipiente introduciendo un cuchillo por los bordes y ayudándonos tirando del papel que está en el fondo.
- Volcar la mezcla de delicias turcas, sobre una superficie plana (que previamente hemos espolvoreado con azúcar en polvo y un poco de maicena).
- Con un cuchillo o un ‘cortapizzas’, cortar rectángulos o tiras de unos 4 o 5 centímetros en diagonal.
- Luego hacemos lo mismo en horizontal, nos quedarán porciones rectangulares pequeñas. Ten en cuenta es gelatinoso así que cuesta un poco cortar, pero si usas un cuchillo afilado o un cortapizzas redondo, se hace más fácilmente.
- Una vez tengamos nuestras porciones cortadas, nos queda el paso final. Pasar cada porción por la mezcla que tenemos de azúcar en polvo y maicena.
- ¡Listas las delicias turcas! Las puedes conservar en un táper durante semanas, (siempre que estén en un lugar fresco), llevan mucha azúcar así que se conservan bien.
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