Entre las propiedades y beneficios de las mandarinas, destaca su aporte en vitaminas C y A, la fibra y los antioxidantes.
¿Sabes de dónde viene el nombre de esta fruta? Tomó el nombre del color de las togas de los mandarines, funcionarios de la antigua China.
La temporada de mandarinas es larga, de septiembre a marzo, pero es en noviembre y diciembre cuando más presencia tiene en los mercados, junto con la calabaza o la chirimoya. En Periodista Digital, te contamos más sobre las mandarinas y sus propiedades para la salud, (con receta incluída).
¿De dónde viene la mandarina?
Esta fruta se ha cultivado en China desde hace milenios, aunque la primera referencia escrita es del siglo XII a. C. Desde China se extendió por el sureste asiático.
¿Pensabas que la mandarina desciende de la naranja? En realidad es al contrario. La naranja es el resultado de la mezcla de una mandarina y un ‘pummelo’, (ancestro del actual pomelo). A esta sorprendente conclusión, llegaron en el Centro de Genómica del Instituto Valencia de Investigaciones Agrarias.
Existen muchas variedades de mandarinas, pero todas se engloban en cuatro grandes grupos.
- Clementinas: color naranja intenso, no suelen llevar semillas. Se pelan fácilmente, se cree que son un cruce entre mandarina y naranja silvestre de Argelia.
- Clementillas: de tamaño más grande que las clementinas tienen más zumo.
- Satsuma: originaria del Japón tiene un color naranja asalmonado, y exquisito aroma. La encontramos en el mercado de septiembre a marzo.
- Híbridos: frutos de buen tamaño y color naranja intenso, tienen buena cantidad de zumo y la corteza está muy pegada a la pulpa.
Calorías y nutrientes de las mandarinas
Las mandarinas tienen 43 calorías por ración de 100 gramos, son ricas en agua (88 %) y también aportan 1.9 gramos de fibra.
- Proteínas, ( 0,8 g)
- Hidratos de carbono ( 9 g)
- Grasa, (0.1 g)
- Calcio, ( 36 mg)
- Hierro, (0,3 mg)
- Potasio, (160 mg)
- Vitamina A (56 microgramos/ug)
- Vitamina B1, (0,7 mg)
- Vitamina B2, (0,02 mg)
- Vitamina B9 (21 ug)
- Vitamina C, (35 mg)
- Magnesio, (11 mg)
- Hierro, (4.5 mg)
- Fósforo, (17,2 mg)
- Sodio, (2 mg)
- Zinc (0,4 mg)
Propiedades de las mandarinas
Aportan antioxidantes
Las mandarinas al igual que otros cítricos, son fuentes de antioxidantes como los flavonoides y los compuestos fenólicos. Los antioxidantes tienen una acción beneficiosa para proteger nuestro organismo del estrés oxidativo.
Debido a este proceso se acelera el envejecimiento y aumenta el riesgo de enfermedades como el cáncer.
El papel de los antioxidantes es contribuir a reparar las células dañadas por los radicales libres (moléculas inestables que roban electrones).
Tienen vitamina C
La vitamina C o ácido ascórbico, es uno de los antioxidantes más conocidos. Desempeña un papel fundamental en la actividad antiviral, la síntesis del colágeno o la curación de las heridas.
La vitamina C, ayuda a la absorción del hierro, por eso las personas con anemia se pueden beneficiar de incluir a diario cítricos en su alimentación.
Son fuentes de fibra
Estas frutas tienen fibra natural soluble e insoluble, como la pectina, o la hemicelulosa. La fibra ayuda a la digestión y también evita la absorción de colesterol en el intestino.
Tienen retinol o vitamina A
La vitamina A es un compuesto soluble en grasa, interviene en muchas funciones corporales, por ejemplo la visión, la vitamina A es necesaria para convertir la luz que incide en el ojo, en un impulso eléctrico que se envía al cerebro. Por eso un síntoma habitual de carencia de esta vitamina es la ceguera nocturna.
Las personas que sufren este trastorno tienen una visión normal con luz diurna, pero cuando disminuye la luz tiene una visión reducida. El consumo frecuente de vitamina A, también ayuda a prevenir la degeneración macular.
La vitamina A también apoya al sistema inmunológico, está implicada en la producción de glóbulos blancos, los responsables de capturar y eliminar patógenos en el torrente sanguíneo.
Aporte de potasio
El potasio es un macromineral implicado en muchos procesos corporales. Ayuda a mantener la tensión arterial, al contrarrestar los efectos del sodio. Además es importante para mantener el equilibrio de ácidos y bases.
Los alimentos ricos en potasio ayudan a mantener un ambiente alcalino. En cambio alimentos como la carne o los lácteos favorecen la acidosis metabólica. Nuestra sangre debe estar en un PH de 7.32-7,4 pero malos hábitos como el alcohol, el tabaco o exceso de alimentos ácidos (como el azúcar), alteran el pH.
Los cítricos como limón, naranja o mandarina, aunque nos parecen ácidos, en realidad al ingerirlos son alimentos alcalinos. Al igual que verduras, hortalizas, tubérculos o legumbres.
Flan de mandarina
Ingredientes
- Mandarinas medianas – 3 unidades, (o 4 pequeñas)
- Leche entera – 800 ml
- Azúcar en polvo o glass – 300 g (te digo como hacerla en casa*)
- Huevos – 6 unidades
- Aroma de vainilla – 1 cucharadita
Preparación
- Pelar las mandarinas, retirar la parte blanca que forma hilos. Dividir en gajos y retirar los huesos.
- De la piel de las mandarinas aprovechamos un trozo y lo cortamos en trocitos.
- Precalentar el horno a 120 º.
- Verter la leche en un cazo, añadir la ralladura de piel de mandarina. Calentar y llevar a ebullición durante 10 minutos.
- Apagar el fuego y dejar reposar.
- Pasar la leche por un colador para retirar los trocitos de piel de mandarina y añadir la cucharadita de aroma de vainilla.
- En un bol o ensaladera añadir tres huevos y 150 g de azúcar. Batir con una varillas de cocina o una batidora de varillas.
- Una vez obtengamos una mezcla homogénea, añadir los otros tres huevos y el resto del azúcar. De nuevo batir.
- Exprimir las mandarinas usando una licuadora o procesador de alimentos.
- Pasar el zumo por un colador tipo chino para evitar que queden restos de huesos o hebras de las mandarinas.
- Mezclar el zumo de mandarina con la leche, y después con los huevos y el azúcar. Batir hasta obtener una textura homogénea.
- Verter todos los ingredientes mezclados en un molde para flan.
- Verter la mezcla en la flanera.
- Para preparar el flan lo haremos con la técnica del ‘baño maría’ al horno. Es muy sencilla y se suele usar para postres o recetas donde queremos lograr una cocción suave. Ya tenemos el horno precalentado a 120 grados.
- Colocar nuestra flanera sobre otro recipiente o fuente apta para el horno que no sea plana. Poner, en el centro la flanera y añadir agua que llegue como hasta la mitad. Tapar la parte superior de la flanera con papel de aluminio (para evitar se nos reseque).
- Hornear durante 60 minutos a 120 º. Es mejor más tiempo de horno a temperatura baja que subir la temperatura del horno para acortar la receta, queda mejor a baja temperatura. No te preocupes que cuajar cuajará. Cuando termine el tiempo del horno apagar y dejar reposar 5 minutos extra.
- Sacar del horno y dejar que se enfríe, en cuanto puedas a la nevera, dejar reposar al menos 4 horas antes de desmoldar.
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