La sopa fría rusa o «Okroshka»es un plato tradicional ruso, lleno de beneficios. Aporta proteínas, probióticos, vitaminas, y antioxidantes. Es refrescante y bajo en calorías, además todo se prepara en frío sin necesidad de cocinar, rápido y fácil.
El okroshka, en cada familia lo preparan con a su manera, como pasa en España con el gazpacho o el cocido.
Lleva un ingredientes que no es habitual en nuestras sopas frías, (pero que es muy fácil de encontrar en España), el kéfir. Una bebida fermentada parecida al yogur.
Se trata de una combinación de proteínas de leche, bacterias saludables y levaduras, tiene un sabor ácido y cremoso, es fuente de probióticos proteínas y vitaminas del grupo B. En Periodista Digital te contamos el paso a paso de esta receta ideal para el verano.
Historia de la sopa okroskha
Es un plato popular del verano ruso, los ingredientes principales son verduras crudas, huevos y también puede llevar carne hervida y patatas.
El nombre de esta sopa fría, ‘okroskha’, proviene del verbo ruso kroshitj», que se traduce como desmoronarse en pequeñas partes.
Su origen exacto se desconoce, lo más probable es que se remonte a la época medieval, (476- 1492). Como verás en la preparación, la receta es bastante sencilla.
Los rusos de la época, aprovechaban alimentos que tenían a mano, como huevos, verduras y agua para crear una sopa que además de hidratar aportaba nutrientes.
Existe una creencia sobre esta receta, que dice, que fue inventada por los transportistas de barcazas que trabajaban en el río Volga. Para comer se les daba kvas y pescado seco, comer aquello todos los días, no debía ser muy apetitoso. Para hidratar el pescado acabaron mezclándolo con el kvas y comiendolo junto. Con el tiempo, se añadieron ingredientes para que fuera más nutritivo.
La sopa okroshka rusa, se sirve tradicionalmente con kvas, una bebida rusa fermentada hecha de pan de centeno y levadura. El kvas, consume en muchos países de la Europa del Este desde la Edad Media. Es beneficiosa para el sistema digestivo y para calmar la sed.
Sopa fría rusa
Ingredientes
- Hinojo fresco– ½ unidad
- Pepino 1 unidad
- Rábanos – 5 unidades
- Huevos duros – 2 unidades
- Kefir líquido bien frío– 625 ml
- Agua mineral con gas fría– 600 ml
- Sal – al gusto
- Pimienta – al gusto
Preparación
- Lavar el pepino, los rábanos y el hinojo.
- Rallar el pepino y los rábanos en un recipiente.
- A continuación rallar también los huevos cocidos.
- El hinojo lo cortamos en trocitos, (también las pequeñas hojitas en forma de punta, las usaremos para aromatizar).
- Añadir el hinojo y las hojas al recipiente con el resto de ingredientes.
- A continuación en otro recipiente, añadir 625 ml de kéfir líquido. Lo puedes encontrar en supermercados o grandes superficies, el precio oscila entre 1.50 y 3 €. Lo ideal es que usemos kéfir bien frío.
- Añadir el agua mineral con gas, 600 ml.
- Sazonar con un poco de sal y de pimienta.
- Mezclar el agua y el kéfir con el resto de ingredientes que tenemos reservados. Remover varias veces.
- Cubrir el recipiente con film de plástico y dejar en la nevera una media hora.
- A la hora de servir, en Rusia se suele acompañar con patatas sofritas (como a lo pobre). Se conserva bien en la nevera al menos 3 días y lo puedes ir tomando a lo largo del día (si por ejemplo quieres comer ligero un día para equilibrar excesos).
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