La queimada es un ritual posiblemente, con raíces celtas, esta cultura se expandió por Europa entre el siglo VIII y el I a. C.
Ocuparon grandes zonas de Europa, a partir del siglo VI antes de Cristo: Bretaña, Cornualles, Escocia, Irlanda, la Isla de Man, en la Península Ibérica, Galicia y Asturias fueron zonas de influencia celta.
Los ingredientes de la queimada gallega son sencillos, pero lograr el punto justo tiene su truco.
En otro artículo de Periodista Digital hablamos de cócteles con ginebra, hoy de la quemada, ‘una bebida para alejar a las meigas’.
El conjuro de la queimada
La tradición dice que mientras la queimada esté ardiendo hay que recitar un conjuro que comienza así:
«Mouchos, coruxas, sapos e bruxas. Demos, trasgos e diaños, espritos das nevoadas veigas», (mochuelo, lechuzas, sapos y brujas, demonios, trasgos y diablos, espíritus de las neblinosas vegas).
Lo de conjuro suena ancestral, seguramente por eso muchos creen, que el conjuro de la quemada es de la época medieval. Sin embargo se creó en 1967. El autor fue Don Mariano Marcos de Abalo, nacido en A Pobra do Caramiña.
Mariano cuenta en una entrevista en la Voz de Galicia, que el conjuro se lo ocurrió en su juventud, cuando se reunía con su pandilla de amigos en un barco decomisado, donde hacían sus guateques.
Mariano era muy aficionado a la poesía, participaba en un grupo poético, seguramente la hermosa vista desde el barco, unido al disfrute de la buena compañía ý la bebida, le inspiró aquellos versos.
Amplió el texto con motivo de un evento que iba a presentar, en una sala de fiestas de Vigo, donde obsequió a los asistentes con una queimada y recitó el conjuro.
Mariano mandó a imprimir el conjuro para regalarlo a los asistentes, y al parecer en la imprenta les gustó y comenzaron a imprimirlo sin pedir permiso a Mariano, ya que desconocían fuera el autor.
Cuando en la imprenta supieron la autoría se disculparon con Mariano Marco de Abalo, pero el conjuro de la queimada ya comenzaba su difusión. Hoy se ha traducido a varios idiomas como el inglés, el alemán o el francés.
Queimada gallega
Ingredientes
- Orujo blanco gallego –2 litros
- Azúcar – 300 g
- Granos de café – 5 unidades
- Corteza de limón – 1 trozo
- Corteza de naranja – 1 trozo
Preparación
- Se vierte el aguardiente en una fuente si es posible de barro.
- Se añade las pieles de limón y naranja y los granos de café.
- En un cucharón de barro, o de madera de mango largo, cogemos un poco de queimada con azúcar, acercar un mechero largo (como los de la cocina o los de encender una chimenea) y acercar la llama hasta que prenda.
- Dejar que prenda y remover, las llamas pueden estar incluso más de 20 minutos. La tradición dice que mientras las llamas sigan se debe ‘recitar el conjuro’, si remueves un poco, las llamas irán menguando.
- Dejar que siga la llama alrededor de 15-20 minutos, si te gusta fuerte apagar cuando las llamas están más fuertes, si prefieres más suave, apaga cuando las llamas estén más pequeñas.
- Para apagar se debe colocar una tapa o fuente o un plato que cubra la superficie del recipiente, de esa manera restará oxígeno y se apagará.
Notas sobre la receta
El tiempo que tarda en prender, depende de la graduación alcohólica del aguardiente.
El orujo tienen sobre los 40º de alcohol, si usas otro aguardiente de menor graduación puede costar más en encender.
Se va revolviendo hasta que se consuma, o sólo queden los bordes ardiendo. Cuando empieza a apagarse, pero mientras el aguardiente aún arde, se recita el conxuro, se sirve la queimada caliente, cuando se haya apagado casi por completo
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