¡Te sorprenderá la textura de este suflé de queso, se funde en la boca! Con ingredientes que seguro tienes en casa.
El suflé es una receta de origen francés símbolo de sofisticación, lograr el resultado perfecto requiere de cierta ‘maña’. ¿No sabes cómo conseguir el punto justo?
Te contamos trucos para que suba el suflé y también para que no se baje. En otro artículo de Periodista digital hicimos recetas de tortillas originales, hoy un souflé de queso fácil.
¿Quién creó el souflé?
Antoine Beauvilliers, ex chef del Luis XVIII, ‘el Deseado’, ( 1755-1824) fue el creador del suflé, la receta era muy apreciada en la corte francesa.
Antoine. B era un pionero, abrió uno de los primeros grandes restaurantes de lujo en París (entre 1782-1786), símbolo de la sofisticación de la época.
En su restaurantes se servían todo tipo de exquisiteces como perdices, patos y también los souflés. Se llamaba Le Grande Taverne de Londres, estaba en el Palais Royal, y lo frecuentaba la aristocracia parisina.
Hasta entonces el concepto restaurante se limitaba al que tenían los hoteles donde los huéspedes podían comer o cenar. El concepto de restaurante como tal fue idea de Antoine Beauvilliers.
Los trucos que te ayudarán a lograr un suflé perfecto
Suflé es una palabra derivada del verbo ‘souffler’ que se traduce como inflado. Para lograr que esta receta nos salga bien te cuento unos trucos fáciles.
Precalentar el horno
Usa huevos a temperatura ambiente (los sacas previamente de la nevera, una hora antes), no te preocupes que no pasa nada, de hecho el supermercado los huevos siempre están en la estantería a temperatura ambiente.
Montar las claras
Montar las claras, es clave para el éxito de esta receta. Procura que el recipiente no tenga nada de yema o trocitos de cáscara de huevo. A veces puede caer un poco de yema, o si dejamos el tenedor apoyado y tiene mantequilla o harina, esto puede afectar para que la clara no suba bien).
Comenzar a batir suave con la batidora. Una vez veamos sale espuma añadir unas gotitas de limón (o vinagre o un poco de sal)pero solo un poco.
Continuar batiendo a velocidad baja y una vez veamos va espesando pasamos a velocidad media. Estarán montadas cuando las claras nos hagan ‘picos’.
Untar el molde con mantequilla
La tendremos ligeramente blanda es clave para lograr un buen suflé. Extiende por todas las paredes del molde. Luego añade queso rallado y una cucharada de harina por las paredes.
La bechamel
Es una parte esencial del éxito de la receta. Procura que la bechamel no tenga grumos, de otro modo el souflé no subirá. Tamiza la harina para eliminar impurezas.
Deja enfriar la bechamel antes de incorporar las yemas de huevo, para evitar que cuajen con el calor.
La elección del molde
Debe ser lo suficientemente hondo, los suflés elaborados en moldes individuales crecen mejor que los de tamaño mayor. Elige moldes con moldes rectos y altos. La pared interior debe estar totalmente lisa para facilitar que crezca.
No llenar el molde hasta el borde
Para lograr suba el suflé el molde debe estar lleno sólo un poco más de la mitad, pero no hasta el borde. A menudo pensamos ‘para que suba el suflé lo lleno hasta arriba. Eso seguramente arruinará tu suflé.
Suflé de queso fácil
Ingredientes
- Leche entera – 250 ml
- Mantequilla – 4 cucharadas
- Queso rallado – 150 gr
- Nuez moscada – una pizca
- Harina –4 cucharadas
- Huevos – 5 unidades (separando las claras de las yemas)
Preparación
- Precalentar el horno a 200 grados, sacar los huevos de la nevera una media hora antes para que estén a temperatura ambiente.
- Frota las paredes de un molde para suflé con mantequilla. Recuerda el molde debe ser liso en su interior.
- Espolvorea sobre la mantequilla el queso rallado y luego una cucharada de harina. Presiona con una espátula o lengua de silicona el perímetro del molde. Introducir el molde en el congelador hasta que vayamos a utilizarlo.
- En un cazo calienta la leche hasta que hierva. Luego apagar el fuego y dejar reposar.
- Mientras tanto, una sartén añade la mantequilla restante, cuando se deshaga añadir 3 cucharadas de harina y remover para que pierda sabor a crudo. Esto te llevará unos 2 minutos. Apagar el fuego y dejar reposar un minuto.
- Verter la leche tibia sobre la mezcla de harina y mantequilla, añadir un poco de nuez moscada, sal y pimienta negra.
- Batir con unas varillas. Enciende el fuego de nuevo y continúa batiendo durante unos 2 minutos hasta que esté muy espeso.
- Retirar del fuego. Separar las claras de las yemas. Añadir las yemas de huevo a la mezcla de una en una batiendo con suavidad.
- Cubrir con film de plástico y dejar reposar a temperatura ambiente.
- Con una batidora o unas varillas monta las claras de huevo, comienza batiendo suave, añade unas gotitas de limón, y sigue batiendo verás como comienzan a ponerse firmes.
- Añadir 1/4 de las claras sobre la mezcla donde tenemos la yema de huevo (no lo añadimos todo de golpe porque sino resultaría difícil para poder trabajar).
- Mezclar con movimientos envolventes y luego añadir el resto de las claras, continuar mezclando hasta obtener una consistencia esponjosa.
- Sacar el molde que tenemos en el congelador, añadir en el borde un papel de aluminio, de esta manera cuando ‘suba’ el suflé el papel actuará de tope.
- Hornear durante 35 minutos a 180 º o hasta que la superficie nos quede ligeramente dorada.
- No abras el horno, si lo haces el suflé ‘se bajará’. Servir el suflé nada más finalizar el tiempo de cocción. Ten en cuenta en unos 20 minutos comenzará a ‘deshincharse’.
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