¿Sabías que la focaccia italiana es la antecesora de la pizza? Este pan plano aromatizado con especias y aceite de oliva, su origen es muy antiguo.
La mayoría de los historiadores creen que esta receta es de origen etrusco. Un pueblo procedente de la región de Etruria, que vivió en las actuales regiones de la Toscana, Umbría y Lacio, entre el siglo VIII y V a, C. Los etruscos ejercieron una fuerte influencia en la Roma temprana.
El nombre de focaccia procede del romano ‘panis focacius’, que se traduce como ‘pan cocido al fuego’. La focaccia se horneaba tradicionalmente en las brasas en la época romana.
Liguria, es la región de Italia con más tipos de Focaccias, una receta sencilla con ingredientes de la dieta mediterránea. En Periodista Digital te contamos el paso a paso de la focaccia italiana con ajo, romero y tomillo.
Historia de la focaccia
Sus orígenes son muy antiguos, algo que dificulta saber con exactitud dónde surgió la focaccia, aunque la mayoría de los historiadores creen que fueron los etruscos, también otras civilizaciones de la antigüedad como griegos, fenicios y cartagineses preparaban panes planos.
La leyenda cuenta que fueron los panaderos los creadores durante sus jornadas de trabajo, había muchas horas de espera hasta conseguir hacer el pan, por eso parece que para aprovechar trozos de masa sobrantes los cocían directamente sobre la base del horno. Una vez cocidos se los comían acompañados de carne, verduras o quesos.
En la antigua Roma, las focaccias se ofrecían a los dioses, en el Renacimiento se consumían junto al vino y otros manjares en los banquetes de boda. Al igual que las empanadas, la focaccia es un alimento nutritivo y fácil de llevar ideal para viajeros y pescadores que tenían que pasar largas horas en el camino o en el mar.
La focaccia es más sabrosa que el pan, al tener grasa añadida, (aceite o manteca), se puede tomar solo o junto a otros alimentos como el queso, el jamón o para acompañar guisos.
Receta de focaccia italiana con ajo, romero y tomillo
Ingredientes
- Harina para todo uso – 315 g
- Aceite de oliva virgen extra – 150 ml
- Dientes de ajo – 2 unidades
- Romero fresco– 3 ramitas (o 2 cucharaditas si es seco)
- Tomillo – 1 cucharadita
- Agua tibia – 235 ml
- Levadura seca – 2 cucharaditas y ½
- Miel –¼ de cucharadita
- Sal – ½ cucharadita
- Pimienta – al gusto
Preparación
- La focaccia original se prepara con hierbas mediterráneas frescas, como el romero y el tomillo. En muchos supermercados puedes encontrar romero fresco, no es una planta cara y vale la pena utilizarla.
- Toma una ramita de romero entre las manos y desliza los dedos de arriba abajo para que se desprendan las agujas de romero. Luego corta en trocitos finos.
- Pela los ajos, y corta también en trocitos lo más finos posible.
- Añadir 150 ml de aceite de oliva a una sartén a fuego bajo.
- Incorpora los ajos, el romero, el tomillo y la pimienta negra.
- Dejamos que se aromatice el aceite, sin que se quemen los ajos.
- Seguimos calentando a fuego bajo y de vez en cuando sostenemos la sartén y la retiramos del fuego, la movemos un poco y la volvemos a dejar al fuego.
- Pasado un minuto aproximadamente apagar el fuego, (o cuando veas algún pequeño trocito de ajo se comienza a dorar). Retirar el aceite de la sartén, a un recipiente, lo usaremos más adelante.
- Para preparar la masa, añade en un recipiente el agua tibia, a continuación la levadura en polvo.
- El paso siguiente añade un poco de miel, este ingrediente es necesario para activar la levadura.
- Batir con unas varillas de cocina durante 4 minutos hasta que los ingredientes estén bien ligados.
- Cubre con un paño de cocina y deja reposar 5 minutos.
- A continuación añade 125 g de harina, (de los 315 g que tenemos) y 60 ml del aceite infusionado con ajo y romero que reservamos en el paso nº 6, (nos quedaran otros 90 ml para después).
- Mezcla la harina con una cuchara hasta que se combine bien con el aceite. Tapar el recipiente y dejar reposar otros 5 minutos.
- Transcurridos los 5 minutos, retira el paño, agrega la harina restante y la sal. Mezclar hasta que tengamos una masa con textura densa.
- Deja reposar otros 5 minutos tapando el recipiente con un paño
- Espolvorea un poco de harina sobre una superficie plana.
- Retira el paño, saca la masa y amasa con las manos sobre la encimera o una superficie plana.
- Dobla la masa y aplana, forma una bola y de nuevo aplana, amasa sobre 12 o 15 veces hasta que notemos que la textura de la masa ha cambiado y está suave.
- Forma una bola, añade unas gotitas de aceite a un recipiente hondo.
- Coloca la masa en el recipiente y cubre de nuevo con un paño.
- Deja que la masa repose durante una hora. Durante este tiempo la levadura hará su magia y la masa crecerá.
- Un poco antes de que pase la hora de reposo, recuperamos el aceite aromatizado que nos queda, (hemos usado 60 ml en el paso 13. y reservado otros 90 ml).
- Ahora usamos dos cucharadas y el resto en el paso siguiente. Verter dos cucharadas del aceite aromatizado sobre una bandeja de horno.
- Coloca la masa sobre la bandeja de horno y el aceite aromatizado. Tendrá una textura suave, usa tus manos para ir ajustando la masa a la bandeja de horno, hundiendo los dedos y estirando.
- Crea ‘hoyuelos’ en la masa clavando tus dedos ligeramente.
- Sobre estos ‘hoyuelos’ en la masa añadir el resto del aceite aromatizado que nos queda.
- Deja reposar la masa en el horno durante 20 minutos hasta que crezca un poco.
- Luego hornear a 200º unos 18-20 minutos o cuando esté ligeramente dorado.
- Retirar del horno, dejar enfriar un poco y listo.
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