En el Medievo, el verdiblanco hinojo, considerado una planta mágica, luchó lo suyo en contra del ubicuo demonio. Hoy día, es un remedio para mantener la silueta a raya y una mina de potasio, magnesio, calcio, hierro y vitaminas. De julio a octubre los mofletudos hinojos están en plena forma, no te prives de su ligereza calórica ni de su peculiar aroma. Hoy les disfrutaremos en aromático velouté, ideal para refrescarnos la vista con su delicado color y alimentarnos de forma sana. Una receta muy agradable, ideal para soportar esas altas temperaturas y sin necesidad de permanecer en demasía ante los fogones. Proporciones: previstas para seis personas.
Lavar, secar y laminar finamente tres hinojos medianos, cuatro zanahorias y dos patatas.
Depositarlos en una cacerola, cubrirlos de agua salada, agregar una hoja de laurel y un clavo de olor, cocer a fuego manso unos 40′. Triturar al minipimer, añadir cinco generosas cucharadas de queso mascarpone o de nata espesa y salpimentar. Agregar un poco de agua si la textura final resultara demasiada espesa.
Refrigerar unas tres horas. Degustar en copitas muy frescas, decoradas con hojitas de menta y bayitas de grosellas, un contraste cromático muy apetitoso.