Conviene no perder de vista abanico, ventilador y toda suerte de tretas refrescantes para aguantar la implacable subida del mercurio en ese verano de crisis, calores y sofocos. En la cocina, una de las opciones más rápidas para huir de ella lo más rápidamente posible, alimentarnos de forma salutífera, hacer acopio de vitaminas y de paso deleitarnos, es ese smoothie de fresa, al cual muchos niños y no tan niños son adictos.
Se realiza en 5′ y las proporciones indicadas están previstas para 4 personas. Despojar de su rabito medio kilo de fresas muy maduras, lavarlas, secarlas rápidamente con un paño muy limpio. Cortarlas y depositarlas en la batidora.
Añadir 500 gr. de yogur desnatado de sabor natural, dos plátanos maduros pelados y troceados, gotitas de zumo de naranja natural, 4 cucharadas de queso Filadelfia Light e igual cantidad de miel líquida de acacia. Triturar hasta obtener una mezcla de consistencia lisa y cremosa. Verter en vaso altos y fríos, cubrir con una nubecita de queso mascarpone, media fresa y degustar enseguida.
Excelente con lonchitas de cake frutal, bizcochos tipo soletilla o tostadas de confitura de fresa. Miel y mascarpone son facultativos. El mundo del smoothie, infinito y sanísimo, resulta ideal para calmar velozmente el gusanillo y de paso, aprovechar la fruta de temporada. ¡Qué lo disfrutéis!