Octubre tiene aromas de dorado membrillo, delicia que podemos disfrutar desde ese mes hasta finales de enero. Oriundos del cálido Cáucaso, esas frutas fueron las predilectas de los golosos Romanos que las degustaban a modo de mermeladas endulzadas con miel. Según Plutarco, las coquetas novias griegas perfumaban su aliento consumiendo un membrillo antes de entrar en la alcoba nupcial.
En la Antigüedad, la región de Cydonia, en la costa noroeste de Creta, surtía los más exquisitos ejemplares. Los griegos los llamaron «Mela kudonia» o «manzana de Cydonia». De ahí deriva su nombre científico o «Cydonia oblonga».
Hoy Fogon’s propone esa delicada compota para seis personas. Pelar, vaciar y trocear 4 membrillos, cocerlos al vapor unos 20′. En otro recipiente, hervir a fuego lento y en muy poquita agua una vaina de vainilla trinchada transversalmente, 3 manzanas reinetas y dos peras peladas, vaciadas y troceadas.
Verter toda la fruta en una batidora, triturarla con 4 cucharadas de miel líquida. Distribuir la compota en flaneros individuales, servir tibio acompañado de lonchitas de pan de especias, café o té negro.
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