Quedan pocas horas para acoger en condiciones las temibles brujitas, y para suavizar su carácter, nada mejor que ese sombrío flan achocolatado con calabaza confitada, que hará sus delicias y sellará la paz para doce meses, entre nosotros y el tenebroso Más Allá.
Las proporciones están previstas para ocho personas. Precalentar su horno a 200º. En una cacerola grande, calentar un litro de leche desnatada, agregar 200 gr. de chocolate negro de cobertura cortado en trocitos, una cáscara de naranja, mezclar perfectamente con una cuchara de palo. Verter en el vaso de la batidora, mezclar con 100 gr. de azúcar blanco, 6 huevos enteros y una yema suplementaria.
Distribuir en ocho flaneros individuales, añadir en cada uno un trozo de chocolate aromatizado con sal y hornear una hora a 180º al baño maría. Dejar entibiar en el horno, refrigerar unas cuatro horas como mínimo.
En una gran sartén, dorar a fuego muy lento 400 gr. de carne de calabaza laminada en 3 cucharadas de mantequilla, añadir 100 gr. de azúcar moreno, dejar confitar lentamente y dejar entibiar una horita. Al cabo de ese tiempo, mezclar con mucha delicadeza sus láminas de calabaza confitadas con un potito de mascarpone y presentar con sus flanes de chocolate.