La naturaleza nos brinda sus llameantes colores otoñales antes de entrar en el sueño blanco del invierno. Dentro de pocos días llegarán los inquietantes espíritus del Halloween cuyo apetito vamos a saciar con ese gratinado infernal, de lo más apetitoso. Las proporciones están previstas para seis personas.
Precalentar su horno a 200º. Batir tres huevos con 200 gr. de nata espesa y 50 gr. de queso emental rallado. Reservar. Laminar finamente dos cebollas dulces, dorarlas en dos cucharadas de mantequilla. Añadir la carne de un kilo y medio de calabaza y 200 gr. de setas frescas, un chorrito de vino blanco de calidad y un vasito de agua, salpimentar a gusto, tapar y cocer a fuego muy moderado hasta que todos los ingredientes estén tiernos.
Verter en un recipiente para hornear de grandes dimensiones, incorporar delicadamente la mezcla huevos-nata reservada, hornear a 180º hasta obtención de un bonito dorado. Acompañado de una ensalada de endivias y lechuga, puede constituir un plato completo.