«Espárrago del pobre», así calificó el literato francés Anatole France al recto puerro. Con ese temporal que tiñe de blanco medio mundo y nuestra península, conviene consumir unos platos calentitos, salutíferos y muy sabrosos. Para cambiar del eterno registro de sopas o caldos, confeccionaremos un delicioso plato con esa salutífera hortaliza, cuyo mejor ejemplar cultivado es el Allium Porrum. Ostenta un fuerte aporte minero-vitamínico (sodio, potasio, zinc, cobre, provitamina A, vitamina C y E de potente efecto antioxidante) y una liviana aportación calórica. Otras de sus virtudes más destacables son su notable poder diurético y alto contenido fibroso.
Hoy lo degustaremos en quiche, para cuatro personas. Precalentar su horno a 200º. Hervir en abundante agua poca salada 5 blancos de puerros lavados y laminados. Aparte, rebozar 100 gr. de jamón de York en tiras. Al cabo de ese tiempo, depositar los puerros en la misma sartén con 100 gr. de nata espesa, cocerlos unos 15′ más a fuego moderado, salpimentar, añadir un poco de nuez moscada rallada y pimienta de Ezpeleta al gusto.
En el vaso de la batidora, mezclar 5 huevos enteros con 70 gr. de nata espesa, 100 gr. de queso gruyère rallado, salpimentar, incorporar a la mezcla anterior nata-puerros. Reservar.
Disponer 400 gr. de masa de hojaldre descongelada en una tartera enmantequillada, cubrirla de papel de aluminio, verter 200 gr. de arroz u habas dentro y hornear unos 15′ a 180º. El peso del arroz (o de habas) impedirá que la masa suba.
Al cabo de ese tiempo, sacar su molde del horno, retirar el papel y su contenido con precauciones. Verter sobre la masa precocida la mezcla puerros-nata-huevos, repartir un poco de queso rallado sobre la superficie y hornear 1/2 horita a 180º hasta obtención de un apetitoso gratinado. Servir tibio, decorado de hojitas de perejil.
Puerro’s story. Esa blanquiverde delicia es el emblema nacional de los Galeses. El pirómano y nefasto Nerón, con ínfulas de cantante, lo consumía en tales cantidades para aclarar su nula voz que se ganó el moto de «porrofago«. Para alivio de tímpanos ajenos, fue la única vez que el sabio puerro falló. Hortaliza invernal por excelencia, se presta a muchas combinaciones apetitosas y recetas refinadas, la más famosa siendo la fresca vichyssoise. La nuestra os encantará. A sus delantales y ¡enjoy!