Ya nos invade la fresca dinámica otoñal y uno de los postres más conseguidos para disfrutarla consiste en un cake hecho de la fruta estacional más deliciosa, la castaña.
Precalentar su horno a 200º. En el vaso de la batidora, triturar 4 huevos enteros con igual peso de harina, azúcar y mantequilla salada, un sobre de levadura química y 50 gr. de almendras en polvo. Verter en un molde para hornear, introducir 150 gr. de marrons glacés desmenuzados, cocer unos 30-40′ y dejar entibiar. Acompañar con té, chocolate bien espeso, leche con vainilla. Muy delicado, ese cake cortado en lonchitas puede refinarse todavía más, acompañado de una mezcla de queso mascarpone y crema de castaña azucarada.
La castaña, ese marrón comestible, a pesar de ser una bomba calórica, no debería desaparecer de nuestra dieta. En efecto, consumida con precaución, también resulta una fuente preciosa de fibras, hierro, vitamina B y potasio ¡600mg/100gr!). Sacia, cubre fácilmente las diarias necesidades alimenticias y barre el colesterol malo por su riqueza en ácidos grasos insaturados. Los exquisitos marrons glacés son una perfecta excusa para cubrir nuestras necesidades invernales de magnesio y de paso, nuestros antojos golosos.