Incondicionales del divino Theobroma, a sus espátulas, vamos a confeccionar una delicia mullida, untuosa, maravillosa, que cubrirá nuestras ansías de cacao y necesidades de potasio, excusa clásica y escapatoria para satisfacer nuestra adicción favorita. En el vaso de la batidora, mezclar unos cinco minutos 150 gr. de azúcar blanco con seis yemas de huevo, una pizca de sal Maldón, otra de canela y dos de licor de café.
Calentar 50 cl. de leche desnatada, cuando rompe a hervir, agregarlo a la mezcla anterior, mezclar perfectamente, verter nuevamente en la cacerola, calentar a fuego muy moderado girando sin cesar hasta que la mezcla espese ligeramente.
Fundir 170 gr. de chocolate negro de cobertura al baño maría, introducirlo en la crema caliente, mezclar perfectamente. Distribuir en flaneros individuales o cristales, refrigerar por lo menos 3 horas. Decorar con pepitas de chocolate, cerezas confitadas, macarons de fresa, crema Chantilly…