Hace unas semanas, Abraham García, reconocido cocinero y dueño del restaurante madrileño Viridiana, ha sido padrino de una nueva promoción de alumnos de Le Cordon Bleu Madrid. El cocinero define su estilo como rotundo, sabroso y distinto, y así fue su discurso. Fascinó al auditorio y sazonó la ocasión, con el humor y la franqueza que lo caracterizan. Además, el cocinero se mostró satisfecho con la importante evolución que ha experimentado la docencia en cocina durante los últimos años y subrayó el entusiasmo y juventud del profesorado de la Escuela.
Desde hace más de tres décadas, Abraham García defiende una cocina «a contratiempo», desde los fogones de su amada Viridiana. Es considerado pionero en lo que hoy en día se conoce como cocina fusión y confiesa que su condición de viajero es la que le ha enseñado a llenar con criterio la despensa. Amante de los caballos, el cine y la literatura, y abogado de la cocina con corazón, del de casquería, se ha convertido en uno de los grandes maestros y en maestro de alguno de los grandes como David Muñoz, padrino de la anterior promoción de Le Cordon Bleu Madrid.
Sucediendo las palabras de Abraham García, el Director General de la Escuela, Fernando Canal, se dirigió a los graduados para recordar lo importante que es tener presente que «al final de las técnicas, las recetas y los platos están los comensales; porque una buena mesa sirve para sembrar paz». Una vez finalizada la entrega, los recién graduados y sus familiares disfrutaron de un cóctel preparado por el equipo de chefs de la Escuela.