La curiosité est une gourmandise. Voir, c’est dévorer
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«La inclinación femenina para la gula tiene algo de instintivo, ya que es favorable a la belleza» (Brillat Savarin, Méditation XI, «De la Gourmandise», Physiologie du Goût, 1826)
¿Tienes el complejo de Peter Pan? ¿Añoras los dulces de tu infancia? ¿Puedes, como Oscar Wilde, «resistirte a todo, excepto a la tentación»? Si reúnes todas esas condiciones, serás pronto carne de cupcaker adicto y a mucha honra!! De hecho, es tan agradable sucumbir a ese fenómeno tan dulce… con el panorama tan desalentador que rodea nuestra realidad global. ¿Sabes que el diminuto cupcake, puro ensueño comestible tiene su concurso ((www.nationalcupcakeweek.co.uk), miles de webs y apasionados confesos? Filosofía de su milagroso consumo: tomar uno, después otro y te cuidará todo: los enfados, la melancolía, el mal humor y de amores. Una autentica terapia, el pequeño y poderoso pastelito, cuyo principal encanto está en su look girlie, lúdico, decorativo y desenfadado, naturalmente sedujo al planeta moda. Kate Perry, la famosa cantante, no lo dudó un instante, luciendo fondos de armario de sujetadores, vestidos y un bolso de edición limitada evocando un cupcake de precio prohitivo (más de 4000 $). Pasen y vean! www.puretrend.com/media/minaudiere-cupcake-la-meme-que-dans_m432709 y www.elle.fr/Loisirs/Musique/News/Video-perruque-bleue-et-seins-en-cupcakes-pour-Katy-Perry-%21-1260224. Con todo, se ganó el merecido apodo de «Fashion Cake» y se encumbró al firmamento de las revistas del gremio.
En la capital, una cita obligada para afectados de ese síndrome se encuentra en el oloroso 126 de la Calle Velásquez, en la encantadora tienda Cupcake Madrid (www.cupcakemadrid.com), donde las culpables de dicha adicción, nuestras amigas Marta Hidalgo y su madre Ana de La Vega, magas que los materializan, proponen una selecta lista gourmet de dichas irresistibles preciosidades festivas, multicolores y tiernas, que remiten a la niñez, la alegría y a la creatividad. Ellas usan un ingrediente secreto, seguro que es el talento más el mimo, aparte de esa perfecta masa aérea, lo justo de esponjosa y buttercream multiaromático que nos enloquecen a diario. No dejan opciones los fabulosos cupcakes de esas damas-magas de magno poder de convicción: verlos es ya devorarlos. Una treta de esos pastelitos encantados, de infinito fondo de armario trendy y a renglón seguido se repite el ritual: uno y después, otro… y otro y otro! Saldrás dulcemente vencido y repleto de chics bolsitas girlie, de clavada tonalidad «rose bonbon« ideadas por Ana y Marta, que son auténticas monadas (las bolsas y ellas, ellas y las bolsas)… y cómo no, otra severa adicción de imposible curación!!
La hermosa, dinámica y rubia Marta acudió a la Mesa Gastronómica de Periodistadigital para hablarnos de su pasión (http://www.youtube.com/watch?v=WHGdNmQHKBo&feature=youtu.be), revelarnos sus trucos y consejos culinarios para conseguir el perfecto cupcake. Fue un deleite hablar con esa joven mujer inteligente, emprendedora y vital, que nada predestinaba, por sus estudios específicos -la abogacía-, a endulzar tanto las vidas ajenas y convertirse en Miss Cupcake. Hay que saludar y apoyar el esfuerzo de esos artesanos quienes, a pesar de la crisis indomable, intentan capear el temporal con tesón, inventiva y arduo esfuerzo para sacar adelante sus negocios e ideas. El delicioso resultado, todo delicadeza y mimo en ese caso, a la vista está: cake pops, cupcakes y tartas decorados, personalizados, seis seductores sabores diarios a elegir y una selección/colección de nombres y looks evocadores como Penelope Glamour, Buenos Días, Bugs Bunny, Sancho Panza, Tweety, Kit Kat, Peter Pan o Yeti.
¿Quieres probar un poco del dulce y original historial de ese icónico pastelito so british? Bello, bueno, vestido de fantasioso topping como toque arty, el redondo cupcake es un tesoro del sabroso patrimonio pastelero anglosajón. Arte convertido en delicada golosina, obligatorio take away por gula, primera mención de su mofletuda existencia aparece en 1796, en el libro de Amelia Simms titulado «American Cookery«.
En 1828, integra el recetario «Seventy-Five Receipts for Pastry, Cakes and Sweetmeats» de Eliza Leslie (o «Miss Leslie»), decimonónica autora norteamericana. Esos preciosos bocaditos mágicos, alta costura de la pastelería, de cuidadísima estética y alto sabor conocieron su primera edad de oro en los años ’50, plagaron las mesas fashion de Magnolia Backery (www.magnoliabakery.com) donde se rodaron muchos episodios de Sexo en Nueva York y empezaron su dulce e implacable invasión en las nuestras hace pocos años. Pocas veces un invento pastelero concentró tanto encanto en tan reducida circunferencia y también tanto furor goloso en tiempos de body «low calory«. Top gourmet de las mesas contemporáneas, rebosante de azúcar, desbordante de untuosa mantequilla a gogó, imprescindible capricho gustativo en las fiestas infantiles del País de Mickey, el cupcake, literalmente «pastel de taza» debe su singular nombre a la unidad de medida imperante entonces expresada en taza («cup«) y no en gramo y, posiblemente también, por hornearse en ese mismo recipiente que ayudaba a confeccionarlo.
Esas liliputienses y riquísimas mini delicias, de un tamaño perfecto, directamente salidas de una cocina de muñecas, igualmente recibieron el nombre de «Number Cakes« («pasteles de números«) o «1-2-3-4 cakes«, referencia a la receta básica expresada como sigue: 1 taza de mantequilla, 2 tazas de azúcar, 3 de harina y 4 huevos. Ideal para la felicidad, la vista, el humor y las papillas, el mullido cupcake moderno de lúdico topping, cincelado de rabiosos detalles trendy (estrellas, perlitas, flores, cintas, simpáticas figuritas) se declina en versión salada y azucarada. También apellidado «Fairy Cake», correspondería por su reducido tamaño, a la porción que saciaría el apetito de un hada. El límite siendo la imaginación, encuentra tu predilecto, dispara tu creatividad, prepáralo en familia (es más divertido), sé niño por un momento y ¡bienvenido al tierno universo cupcake, de infinita dulzura y cremosidad!
Cupcake Madrid, C/Velásquez 126 – 28006 Madrid. Teléfono: 91 563 37 29
Lunes a viernes: 10-14h/16-20h – Sábados: 10-14h – Domingos y festivos cerrado. [email protected]