Por fin llegó el deseado verano y entre la fruta estacional más apetitosa, la ciruela. Convertida en bizcocho resulta una excelente y rápida opción para merendar de forma ligera y refinada. Las proporciones están previstas para seis personas y el tiempo de preparación de esa excelente receta, unos quince minutos.
Precalentar su horno a 220º. En la batidora, mezclar 250 gr. de harina blanca, 100 de azúcar, cuatro cucharadas de jarabe de arce, 3 huevos enteros, la pulpa de una vaina de vainilla, 50 gr. de mantequilla salada, un sobre de levadura química, una cucharadita de canela en polvo y un yogur desnatado. Untar un molde mediano, redondo, de paredes altas mejor y engrasarlo con mantequilla. Verter el preparado. Lavar, secar y deshuesar unas quince ciruelas. Cortarlas en trocitos gruesos, distribuirlos en la masa, rociar con un poco de jarabe de arce y hornear unos 60′ a 180º. Sacar el bizcocho del horno, dejar que se entibie y desmoldarlo con precauciones. Espolvorear su superficie con una mezcla de azúcar glas y de canela en polvo. Decorar con hojitas de menta y consumir tibio, acompañado de té helado. Muy sabroso, ese postre sencillo, de refinado sabor y muy simple de confeccionar, se puede realizar con otras frutas de su elección, con fresas es realmente sorprendente.