Para darle un toque de sabor dulce y picante, te decimos cómo hacer una salsa barbacoa espectacular.
Primero, es recomendable sazonar el costillar para luego acompañar la carne con cualquier tipo de salsa, en este caso, la barbacoa.
También, puedes dejar la carne marinando desde la noche anterior pincelando totalmente con la salsa barbacoa en el frigorífico.
El resultado será una carne que casi se nos deshace al comerlas, totalmente caramelizada con la salsa, son increíblemente deliciosas.
Con qué acompañar las costillas
Un clásico acompañante para las costillas son unas patatas fritas y una buena ensalada verde para refrescar el cuerpo.
Un buen puré de patata, o unas patatas al horno son otra buena opción.
¿Con qué vino acompañar la carne?
Debes tener en cuenta que cada tipo de carne tiene su propio sabor característico, pero el modo de prepararla y cocinarla ejerce una gran influencia en el momento de elegir un buen vino.
El principal objetivo del vino en la comida es el de limpiar la cavidad bucal después de cada bocado.
Así que si tenemos sed debemos beber agua.
Todo se trata de lograr una boca «nueva» y aséptica en cada bocado.
Ten presente que la asepsia se consigue gracias al efecto del alcohol.
Esto quiere decir que el vino ayuda a apreciar cada degustación como la primera, sin que interfieran otros sabores, y poder obtener la máxima expresión de la comida.
En el caso del cerdo se puede cocinar y servir de muchas de maneras distintas, por lo que será precisamente el método de cocción el que determine el tipo de vino que deba acompañarlo.
Para un cerdo marinado o adobado, hecho a la barbacoa, es recomendable que escojas un vino seco y joven, que complemente perfectamente con las notas que da el carbón.
En el caso del cerdo asado al horno exige un vino con mucho cuerpo.
Un cerdo servido con una salsa suave o salsa dulce combina muy bien con un vino joven, seco o semiseco.