La cebolla le dará un toque único y todos les encantará

Albóndigas en salsa cremosa de tomate y cebolla

El tomate es el mejor aliado de unas buenas albóndigas caseras, pero no será el único que las convierta en un ingrediente protagonista, la elección de la salsa es casi tan importante como la materia prima

Esta receta se trata de un clásico en las cocinas del mundo entero. Las albóndigas en salsa de tomate es un plato de siempre pero, a la vez, tiene una increíble variedad que otorgan un toque especial en cada platillo.

Las más conocidas son las de tomate o con una salsita de cebolla y vino. también podemos encontrar la receta tradicional de albóndigas en salsa de tomate y las favoritas de España: Albóndigas en salsa española .

Un plato de albóndigas en salsa de tomate y cebolla la podemos preparar con antelación, porque aún estarán más buenas e incluso puedes hacerlas y congelarlas.

Precisamente por esa versatilidad, existe la posibilidad de variar su receta original.

Pueden elaborarse de carne, pollo, pescado y hasta verduras. Y para las salsas existen infinitas opciones.

Esta receta no puede faltar en tu recetario.

Se trata de una versión rápida y muy jugosa de las albóndigas, con una salsa nutritiva y deliciosa.

Consejos

Las recetas de las albóndigas llevan ingredientes sencillos. Sin darle demasiadas vueltas a la receta tradicional, la carne picada, el pan mojado en leche. pan rallado o harina y un punto de sabor con ajo, tomillo, pimienta y sal son los ingredientes que no pueden faltar en una buena masa.

A partir de aquí podemos darle un punto de innovación con algunos frutos secos o incluso un buen queso.

No debes triturar en exceso la carne. La carne picada de las albóndigas deberá ser lo más fresca posible.

Es recomendable que en la propia carnicería piquen la carne elegida.

No debemos triturarla demasiado porque correremos el riesgo de que quede muy seca.

La grandeza de las albóndigas es que estén lo más jugosas posibles en el centro.

La carne de cerdo es la mejor. Pero puedes combinarlas.

Podemos combinar mitad y mitad con pollo o ternera para conseguir un equilibrio de sabores nunca visto. El cerdo debe formar parte de esta preparación.

El tamaño sí importa. La medida justa de las albóndigas es la palma de la mano, debemos poder colocarlas en la mano con el puño cerrado para darles forma. Si son muy grandes quedarán crudas por dentro y si son pequeñas se secarán. A la hora de crearlas deberemos encontrar esa medida justa que conseguirá un bocado perfecto.

Las albóndigas no se cocinan solas, las podemos freír o preparar al horno acompañadas de una gran variedad de salsas.

Una base de tomate casero o una salsa de yogur sencilla pueden ser buenos aliados de estas albóndigas.

Recuerda la guarnición. Con unas patatas gajo o fritas conseguiremos crear un plato completo con una base tradicional. También son ideales para pastas y otros tipos de alimento.

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Autor

Yéssica Salazar

Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo. Con Máster en Gerencia y Tecnologías de la Información. Con infinito amor por el periodismo y los medios audiovisuales que me han permitido conocer nuevos senderos, diferentes y desconocidos.

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