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Hacer un huevo frito parece los más sencillo, pero sacarlo perfecto y sin mancharlo todo de aceite resulta bastante más complejo.
Lo primero es no ir directamente a la nevera y sacarlos fríos de verdad.
Hacerlo puede provocar que el aceite salte con más fuerza y podría causarte quemaduras.
Hay que tenerlos fuera, a temperatura ambiente, por lo menos media hora antes.
Dicho esto, vamos a los trucos relacionados con el aceite, de oliva, naturalmente:
- – Sal: pon a calentar el aceite en la sartén y añade un poco de sal (una pizca). Cuando el aceite ya esté caliente, echa el huevo. La sal evita que el aceite salte.
- – Harina: otro truco muy popular es esparcir un poquito de harina (la punta de un cuchillo) en el aceite antes de echar el huevo. ¡Ni resto de salpicaduras!
- – Cáscara de huevo: es uno de los trucos más utilizados. Consiste en añadir media cáscara del mismo huevo que vas a freír sobre el aceite de la sartén y no retirarla mientras fríes el huevo. De esta manera, el aceite no salta.