La costilla de cerdo adobada es un plato muy popular.
No te las recomendamos si estás a dieta o quieres adelgazar, pero son deliciosas y además baratas.
Se pueden comprar ya adobadas, lo que ahora tiempo y esfuerzo.
Las hay de cerdo ibérico, que tienen menos grasa, vienen empaquetadas al vacío, ya adobadas y son de extraordinaria calidad.
El kilo no llega a 6 euros.
Si optamos por la fórmula tradicional y las adobamos nosotros en casa, hay que tener presente que lo recomendable es empezar el día anterior y dejarlas macerar toda la noche.
Ingredientes
- Un costillar o mejor dos, para que sobre (viene a ser poco más de un kilo)
- 3 dientes de ajo
- ½ vaso de aceite de oliva virgen extra
- 1 vaso de vino blanco
- 1 limón
- 1 cucharada de pimentón dulce de La Vera
- 1 cucharadita de orégano
- 2 hojas de laurel
- pimienta negra y sal
PREPARACIÓN
- Separamos las costillas de una en una y las salpimentamos, caso de no haberlas comprado ya adobadas
- En un recipiente grande ponemos el aceite, el vino, el zumo del limón, los ajos machacados, el laurel, el pimentón y el orégano. Lo mezclamos todo bien e introducimos las costillas en esta mezcla, hasta que queden bien cubiertas.
- Dejamos macerar durante la noche anterior o seis horas como mínimo.
- Precalentamos el horno a 200º, colocamos las costillas en una bandeja de horno, bañándolas con su propio adobo.
- Dejamos asar una hora y media a 200ºC.
- Deben quedar doradas por las dos caras
- Si se van quedando secas durante el asado, las rociamos de nuevo con un poco más de adobo (si las hemos comprado adobadas, ponemos un toque de vino blanco).
Un acompañamiento ideal para estas costillas sería una guarnición de patatas fritas, tomates y pimientos asados.
Por unos 10 euros tenemos comida para media docena de tragones.
También podemos asarlas a la parrilla, en una barbacoa o a la plancha, o guisarlas, pero eso es asunto para otro día.
