Hay clientes muy quisquillosos y este lo era. Y, además, exigente y expeditivo.
El tipo se llevó este 3 de febrero de 2021 comida ‘rápida’, a punta de pistola, de un restaurante de la cadena Roscoe’s en Pasadena, California (EE.UU.), donde unos momentos antes lo habían echado por no llevar puesta la mascarilla.
Le dijeron con cajas destempladas que se negaban a atenderle por no acatar las normas vigentes para combatir la pandemia de coronavirus.
Le explicaron que no podían tomarle el pedido porque tenía el rostro descubierto y le sugirieron, con cierto sarcasmo, que regresara con una mascarilla puesta.
Y volvió. Sin mascarilla, pero empuñando un arma de fuego.
Y con las ideas muy claras. En vez de dirigirse hacia la caja registradora, irrumpió en la cocina y, encañonando al personal, exigió que le empacaran todas las raciones de pollo frito que ya tuvieran listos.
Una vez comprobado que el aterrorizado cocinero y sus colegas habían cumplido sus instrucciones, se dio a la fuga.
Here is surveillance video of the Roscoe’s Chicken n Waffle robbery. The guy walks in with a gun, through the back, to the kitchen. The guy told the cook, “PUT THE CHICKEN IN THE BAG.” I can’t make this up.
Hear from the cook at 11p on @ABC7 pic.twitter.com/0h0sKmXFy4
— Veronica Miracle (@ABC7Veronica) February 4, 2021
No se llevó ni un centavo, aunque tuvo la caradura y la tranquilidad de ánimo suficiente, para detenerse en un mostrador lateral y servirse a granel salsa para acompañar la comida.
Nadie resultó herido, aunque los empleados vivieron momentos de mucha tensión.
Una vez pasado el susto, algunos de ellos prefirieron tomarse lo sucedido con humor.
El de Pasadena es una de las ocho Roscoe’s en Los Ángeles y el condado de Orange. El primer restaurante de la cadena abrió en 1975 y nunca habían vivido algo semejante.
La Policía está buscando al asaltante, cuyo empeño por no usar mascarilla facilitó que su rostro fuese registrado por las cámaras de seguridad del local.
Los únicos artículos que robados, lo quizá atenúe la condena cuando lo pillen, son comida, incluido el pollo, salsa y los waffles característicos del restaurante.
El pistolero ha sido descrito como un hombre negro de entre 30 y 40 años, de aproximadamente 1,85 de alto alto y 90 kilos, con tatuajes en la cara y el cuello.
Tenía una tez clara, ojos color avellana y cabello negro rizado a la altura de los hombros. Llevaba un suéter verde de manga larga y pantalones deportivos blancos con lunares negros.
Había un segundo sujeto, que le acompañaba, pero que no pareció participar activamente en el robo. El ‘amigo’ ha sido descrito como un hombre latino de mediana estatura y escasamente 65 kilos, con la cabeza afeitada.
Llevaba una chaqueta azul y una mascarilla azul.