Una chavala con muchas ganas, invita a su casa a un compañero de estudios, con la excusa de preparar examenes, pero nada más llegar lo lleva a su cuarto y le sugiere que hagan el 69.
«¿Qué diablos es eso?», pregunta el chaval.
La joven, al darse cuenta de que él no tiene experiencia le explica:
«Yo pongo mi cabeza entre tus piernas y tú pones la tuya entre las mías».
Y sin saber aún de qué estaba hablando ella, pero por no querer arruinar el momento, el joven dice que sí. En el preciso instante en que los dos realizaban la posición, la chavala se larga un demoledor y apestoso pedo.
El muchacho, tosiendo y arrastrándose como puede, se tira a un lado de la cama.
La chica, apenada, le dice que la disculpe, que no volvera a pasar y nuevamente retoman la posición de ataque y cuando apenas iban a comenzar, otro pedo nauseabundo se le escapa a la jovencita.
El hombre se levanta sin decir nada, aún bizquedando, y comienza a vestirse.
«¿Qué te pasa, por qué te vas?»
«¡Si tú piensas que me voy a tragar los otros 67 estás bien loca!»