Están dos amigos en el velorio de uno de sus vecinos, uno de cada lado del ataúd, y le dice uno de ellos al otro, como susurrando:
– ‘¿Que pasó?, ¿cuándo vas apagarme los mil euros que te presté hace dos meses?’.
El otro se queda sorprendido, y le dice:
– ‘Pero, si ya te los mandé!’.
– ‘¿A mí?’, contesta su interlocutor, más sorprendido aún,’ y ¿con quién?’.
El otro le hace un gesto con sus labios echándolos hacia delante señalando al difunto.