Hay alguien ahí?
Es una pregunta que los humanos intentan responder desde hace siglos y a la que muchos científicos han dedicado su vida.
El ser humano es un pozo de sorpresas.
Todos damos por supuesto de que, llegado el momento, actuaremos como se debe, sin vacilaciones, pero después ocurren las cosas y cada uno sale por donde puede.
Durante décadas, la posibilidad de que civilizaciones extraterrestres hayan visitado la Tierra o intenten contactarnos ha intrigado tanto a expertos como a curiosos de todo el mundo.
Los fenómenos asociados a Objetos Voladores No Identificados (OVNIs) han pasado de ser meras historias de conspiración a temas de interés científico y de seguridad nacional.
Países como Estados Unidos han dado pasos para investigar estos fenómenos y, aunque el misterio continúa, la ciencia intenta acercarse a una respuesta.
OVNIs: de la especulación a la ciencia
El término OVNI, que se refiere a cualquier objeto aéreo cuya naturaleza o procedencia no está confirmada, es usado tanto en investigación científica como en análisis de inteligencia militar.
Según CNN y BBC News, en los últimos años, organismos como el Pentágono han abordado públicamente el estudio de estos fenómenos, particularmente tras la publicación de vídeos donde pilotos de la Marina de Estados Unidos registraron objetos con movimientos y velocidades inusuales, difíciles de explicar con tecnología conocida.
Estos incidentes, filmados en 2004 y 2015, han despertado preguntas tanto sobre la seguridad del espacio aéreo como sobre la posibilidad de vida extraterrestre. Desde 2020, se han impulsado investigaciones formales por parte de la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO), que está a cargo de analizar informes y encontrar explicaciones para estos avistamientos.
La posibilidad de vida extraterrestre según la ciencia
Las investigaciones sobre la vida extraterrestre, sin embargo, se enfocan mayormente en la búsqueda de microorganismos en planetas y lunas del sistema solar que tengan condiciones favorables.
Marte, por ejemplo, ha sido objeto de interés por la posibilidad de encontrar indicios de agua en su superficie. En 2024, la NASA y la ESA (Agencia Espacial Europea) han reforzado misiones y equipos de exploración en Marte, utilizando tecnologías de avanzada para detectar posibles biofirmas, es decir, señales que podrían indicar la existencia de vida microbiana.
Sin embargo, estas investigaciones de vida fuera de la Tierra difieren significativamente de las investigaciones de fenómenos OVNI en el planeta. La comunidad científica sigue dividida sobre si es probable que civilizaciones avanzadas hayan logrado visitar o enviar señales claras a la Tierra.
Contacto con extraterrestres: los intentos de comunicación
En paralelo, científicos de todo el mundo han lanzado esfuerzos de comunicación con el espacio, como el proyecto SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence).
SETI se dedica a captar señales de radio del espacio profundo, con la esperanza de recibir un mensaje de una civilización avanzada. Si bien los equipos de SETI aún no han encontrado evidencia concluyente de señales artificiales, la iniciativa continúa en expansión con la esperanza de hallar algún indicio de vida.
La teoría de que alguna civilización avanzada podría estar enviando señales también ha impulsado el desarrollo de telescopios y tecnologías de escucha más sensibles.
En 2020, el radiotelescopio FAST, el más grande de su tipo en el mundo y ubicado en China, comenzó a recibir y analizar señales en busca de patrones no naturales.
¿Cómo enfrentan los gobiernos el tema de los OVNIs?
En los últimos años, los gobiernos han abordado el fenómeno OVNI desde diferentes perspectivas, aunque el secretismo ha sido una constante histórica. Sin embargo, en 2023, el Congreso de Estados Unidos celebró una audiencia pública donde miembros de la inteligencia compartieron sus investigaciones sobre OVNIs, lo que marcó un cambio en la forma de tratar el tema.
Los legisladores señalaron la importancia de tratar estas investigaciones de forma transparente y científica, especialmente ante el interés público y la preocupación de que estos fenómenos puedan representar algún riesgo.
Además, el interés público ha forzado a instituciones científicas como la NASA a pronunciarse. En 2023, la agencia espacial anunció un equipo de investigación independiente para estudiar el tema, aunque aclaró que hasta el momento no existen pruebas científicas de contacto extraterrestre.
¿Qué significa esto para el futuro?
La posibilidad de contacto extraterrestre o visitas a la Tierra sigue siendo un terreno desconocido. La ciencia y la tecnología avanzan, permitiendo una mayor recolección y análisis de datos que antes no eran posibles. No obstante, los científicos siguen siendo cautelosos: hasta que no haya pruebas concretas, la existencia de vida inteligente que haya llegado a nuestro planeta permanece en el terreno de la especulación.
El interés sobre OVNIs y vida extraterrestre sigue creciendo, y aunque aún faltan respuestas, el trabajo conjunto entre científicos, gobiernos y agencias espaciales busca establecer una base de estudio seria para entender mejor estos fenómenos y, en última instancia, para descubrir si realmente estamos solos en el universo.
11 datos fascinantes sobre la búsqueda de vida extraterrestre
En la búsqueda no sólo ha habido avances astronómicos, sino algunas teorías inverosímiles.
De algo no cabe duda: si hay extraterrestres, el lugar más probable para hallarlos es la llamada «Goldilocks zone» o «zona de Ricitos de Oro».
1. ¿Océanos en la Luna?
Un momento clave en la fascinación con la vida alienígena tuvo lugar en el siglo XVII, cuando el telescopio de Galileo abrió un nuevo mundo.
Fue posible ver, por ejemplo, manchas oscuras en la Luna. Científicos de la época asumieron que las manchas eran vastos océanos de agua y las llamaron «maria», que significa «mar» en Latín.
Ahora sabemos que los «mares lunares» son en realidad formaciones de basalto oscuro originadas en antiguas erupciones volcánicas.
2. Marcianos magnánimos
El astrónomo William Herschel especuló en la década de 1870 que los habitantes del planeta rojo serían más altos que los humanos.
Gracias al desarrollo de telescopios más potentes, Herschel logró medir el tamaño de Marte, así como la duración de sus días y estaciones.
Marte es una planeta más pequeño que la Tierra y con una gravedad menor, por lo que sus habitantes serían más altos que los humanos, concluyó el astrónomo alemán.
3. Saturninos superiores
El filósofo alemán Immanuel Kant señaló que la inteligencia de los extraterrestres era proporcional a su distancia del Sol.
Por ese motivo, habría una enorme variación entre los habitantes de los diferentes planetas, desde los «torpes pobladores de Mercurio» a los «ingeniosos seres de Saturno».
4. Censo alienígena
En 1848, el profesor de ciencia y clérigo escocés Thomas Dick se propuso calcular el número de extraterrestres en el Sistema Solar.
Dick predijo que si la densidad de la población extrasolar equivalía a la de Inglaterra (280 personas por milla cuadrada), entonces el Sistema Solar albergaba 22 millones de millones de habitantes.
5. Vida lunar
El mejor lugar para buscar vida en el Sistema Solar puede no ser un planeta relativamente cercano como Marte, sino las lunas distantes Europa y Encelado, que orbitan respectivamente a Júpiter y Saturno.
Ambas lunas contienen océanos de agua líquida bajo una capa de hielo.
Se cree que una fuente interna de calor podría explicar por qué esos océanos no se congelan.
Y el calor generado en el centro de cada luna sería liberado a través de fuentes hidrotermales o fumarolas en el fondo de sus océanos.
En la Tierra, las sustancias químicas disueltas en el agua en torno a fumarolas alimentan microorganismos que forman a su vez la base de la cadena alimenticia de la que dependen invertebrados marinos como los gusanos de tubo.
6. Calamar espacial
Si la vida existe en esos océanos lunares, es probable que sus características aerodinámicas se asemejen a las de calamares, delfines o tiburones.
Eso se debe a que cualquier animal que pueda prosperar en los océanos de Europa y Encelado deberá moverse con rapidez para cazar y defenderse de depredadores.
7. Mundos distantes
Los astrónomos estiman que podrían existir 40 mil millones de planetas similares a la Tierra en la Vía Láctea.
La estimación se basa en que sólo en nuestro «vecindario cósmico» ya se detectaron más de 3.800 exoplanetas o planetas fuera del Sistema Solar.
8. Señales de vida
¿Cómo inicias la búsqueda de vida en otros planetas o lunas? Los astrónomos intentan hallar señales de gases, las llamadas «bioseñales» o «biofirmas».
Una de ellas es la presencia de metano, que en la Tierra es producido por volcanes, ganado vacuno y termitas, entre otras fuentes.
Los científicos procuran encontrar metano en combinación con otros gases como oxígeno y ozono.
9. La Zona Ricitos de Oro
Los astrónomos creen que el mejor lugar para hallar vida es la llamada zona de habitabilidad, conocida coloquialmente como Goldilocks Zone o Ricitos de Oro.
El término proviene del cuento para niños «Ricitos de Oro y los tres osos», que fue publicado por primera vez en el siglo XIX. En ese relato una niña llamada Ricitos de Oro entre en la casa de tres osos que salieron a pasear mientras se enfriaba su sopa.
La niña elige la sopa del osito «ni muy caliente ni muy fría» y descansa en su sillón «ni muy duro ni muy suave».
La zona de habitabilidad es la región alrededor de una estrella que no está demasiado cerca o caliente, ni demasiado alejada o fría.
En esa zona las condiciones «templadas» serían aptas para la vida, incluyendo un nivel de radiación que permita la presencia de agua en estado líquido, determinada rotación y fuentes de calor adicionales.
El exoplaneta más cercano que se ha descubierto hasta ahora, Proxima Centauri b, orbita en la zona habitable en torno a la estrella Proxima Centauri, la más cercana al Sol.
El interés en la zona habitable se ha intensificado gracias al éxito del telescopio espacial Kepler, lanzado por la NASA en 2009 para la búsqueda de exoplanetas.
10. Solar sailing
El multimillonario y físico ruso Yuri Milner financia un ambicioso proyecto llamado Breakthrough Starshot o «Disparo estelar».
La iniciativa lanzada en 2016 busca enviar al espacio miles de nanonaves o Starchips, de tamaño similar a un chip, que serán impulsadas por potentes láseres desde la Tierra.
Las naves alcanzarían un 20% de la velocidad de la luz, con lo que tardarían 20 años en llegar a Proxima Centauri b y otros cuatro años en mandar sus datos a la Tierra.
11. Extraterrestres inteligentes
Algunos investigadores creen que podría haber extraterrestres en agujeros negros, incluso en el supermasivo que se encuentra en el centro de la Vía Láctea.
Una civilización miles o millones de años más antigua que la humana podría además haber desarrollado un extraordinario nivel de inteligencia artificial.