La familia es algo muy importante en la vida, pero no precisamente el mejor entorno para mantenernos en nuestro peso.
A lo largo del año, por una razón u otra, tenemos infinidad de comidas y cenas, bodas, comuniones, bautizos, funerales y aniversarios y es muy difícil no pasarse y casi imposible no caer en tentaciones.
El principal problema de las comidas familiares es que son copiosas y muy variadas (varios entrantes, platos y postres).
Y un caso típico es el de este chaval que va al endocrino, para ver si lo pone fino: