Existen chistes buenos y chistes malos.
Y hay gente que los cuenta genial y te hace reir siempre y otros que los chafan nada más empezr.
Este es levemente irreverente, pero tiene gracia:
EL CURA, LA MISA Y LOS HUEVOS
- Juanito llevaba un buen rato intentando, a la puerta de la parroquia, vender una cesta enorme de huevos.
Al ver que no consigue colocar muchos huevos, decide entrar a la iglesia para venderlos durante la misa, aprovechando que la gente suele ser más procilive a la generosidad cuando está rezando:
– ¡Huevos, huevos, solo a 2 euros y bien buenos! ¡naturales, de gallinas criadas en libertad!
El cura muy enfadado por el escándalo durante de la ceremonia religiosa grita:
– ¡Por favor, que alguien saque del templo al niño de los huevos!
Ante lo que, alarmado, exclama Juanito:
– No por favor, mejor me sacan de la oreja.