Denostada hasta la saciedad, la impopular figura de la suegra lleva años siendo el blanco fácil de bromas y chistes.
Y aunque la mala prensa que se asocia a este personaje es a menudo injusta, lo cierto es que da bastante juego.
Dos ejemplos:
EL ENTIERRO
Dos viejos amigos se encuentran por la calle. Uno de ellos está mal herido: sangrando, con la cara arañada, lleno de hematomas, con el ojo negro. Su amigo le pregunta:
Pepe, ¿de dónde vienes así?
De enterrar a mi suegra.
¿Y de enterrar a tu suegra vienes así?
Sí, es que no se dejaba.
LA REENCARNACIÓN
- Le pregunta muy educado el yerno a la madre de su mujer
Señora, ¿usted cree en la reencarnación?
Supongo que sí.
Y dígame, si usted se muere, ¿en qué animal le gustaría reencarnarse?
Pues a mí siempre me han gustado las serpientes.
¡No vale repetir, no vale repetir!