Vivimos en una sociedad acelerada, en la que no paramos ni un instante a conectar con nosotros mismos.
El ritmo de vida de Occidente puede llevarnos muchas veces a sentirnos estresados y quemados, a sentirnos mentalmente agotados.
En la medida de lo posible, porque no vas a estar toda la jornada partiéndote de risa, practicar el sentido del humor a diario ayudar a encontrar el equilibrio: