El reír nos relaja.
Saber contar chistes y saber hacer que se diviertan aquellos que tienes a tu alrededor mejora la comunicación social y las relaciones.
¿Quién no quiere tener cerca a alguien divertido que le haga reír?
Y no sólo eso: el sentido del humor mejora la presión sanguínea y reduce la sensación de ansiedad.
SOPA
- ¿Como maldice un pollo a otro pollo?
¡Caldito seas!
PELOS
- Una señora va a la peluquería y está cerrada.
Va a otra y también cerrada. Y la tercera, cerrada.
¿Cómo se llama la película?:
«¡Ah! ¡Te rizas como puedas!»
NASA
- – ¿Cómo se llama el padre de ET?.
– DONete.