Los desfiles de Dior, Chanel y Armani para el otoño/invierno 2008/2009 han sido el punto culminante de la alta costura en París. Sobre la pasarela se exhibió toda la exquisitez y gracia de este lujoso trabajo, como si las colecciones quisieran defender su derecho de existencia frente al accesible prêt-à-porter.
Chanel
Los diseños de Karl Lagerfeld para Chanel no lo tuvieron hoy fácil en medio del calor parisino -incrementado por los reflectores- que hizo sudar a muchos invitados en los salones del Grand Palais y que les robó cierta concentración.
Pese a ello, las numerosas faldas y vestidos (no hubo pantalones) consiguieron impresionar. Se vieron elaborados bordados con perlas, delicadas filas de botones en la espalda, capas de tela drapeadas formando tubos y apliques de plumas y piel. El volumen suavemente redondeado de las faldas con apliques de bastoncillos de metal y cintas daban por momentos la impresión de estar ante las alas de pájaros.
La paleta de colores fue más bien moderada con muchos tonos de gris y negro, pero también de tafetán rosa para la noche. La novia del final del desfile fue grandiosa, con su voluminoso tul sobre la cabeza y como velo sobre un traje plata estrecho de hermosa caída.
Dior
John Galliano, diseñador de Dior, aprovechó la publicidad que le dieron sus diseños para la primera dama de Francia, Carla Bruni– Sarkozy. Su desfile el lunes fue como un homenaje a la ex topmodel. Y aunque Bruni no estaba entre el público, aparecieron sobre el escenario varias clones de la ítalo-francesa. Las modelos, maquilladas de forma perfecta, tenían su belleza felina y su elegancia relajada y presentaron diseños que dejaban sin aliento, por lo que Bruni podrá felicitarse también en el futuro de haber elegido a Dior como «modisto de la corte».
Galliano se inspiró en la claridad gráfica de las fotos de Irving Penn de los años 50, y las convirtió en cortes exactos. La figura es formada en detalle, sutil, sexy y nunca vulgar. El legendario New Look de Christian Dior recibió una suave liviandad gracias a las telas transparentes -como en una chaqueta de piel de reptil combinada con una falda de chiffon semitransparente-.
Un traje estrecho negro se vuelve elegante con intensas curvas en las caderas, y los trajes de cóctel en tonos pastel rodean la silueta. Para la noche hay vestidos de corset con faltas amplias, en diseños en los que nada es dejado al azar y sin embargo todo parece natural.
Armani
Giorgio Armani regresó claramente a sus inicios. El lunes por la noche mostró una colección consecuente, bellamente trabajada que, en vez de adaptarse a las tendencias, utilizó los puntos más fuertes del modisto italiano.
Los contrastes blanco-negro, el juego con elementos masculinos y femeninos, suaves tonos brillantes de gris y beige y un toque de nostalgia de los años 30 impregnaron los diseños.
Sus pantalones que se estrechan a medida que se acercan al tobillo, con cintura alta y con chaquetas blandas con suaves ondas o lazos en la espalda son piezas que las clientas de Armani adorarán. Incluso los caros abrigos de piel parecieron indolentes y livianos.
Para la noche presentó profundos escotes en la espalda y un vestido de hilos plateados digno de una sirena.
