(PD).- Dos jóvenes chinos han montado en Pekín el último de los negocios extravagantes: vender aire en una botella. La contaminación atmosférica y el calor podrían haber provocado una tromba de ideas parecidas, pero han sido ellos quienes se han hecho con la patente.
Para sacar adelante el proyecto se valen de unas botellas muy cucas que han dotado de consejos personales, etiquetando cada una de ellas de una manera única y diferente. Cierran el tapón y listo. «Se vende aire con mensaje intransferible«, rezaría el rótulo de su tienda.
Los jóvenes, Ling Yu y Amor (que ha adoptado un nombre español), estudiaron en la Universidad de Publicidad de Pekín y su mentalidad empresarial se consolidaría al acabar la carrera. «No nos importa cómo se usen las botellas, sino que sirvan para que la gente que las compre se encuentre a sí misma», indica Ling Yu. Y es que la idea, aunque descabellada, no se ha escapado del éxito y se han vendido botellas incluso en otros países.
«Aquí viene gente buscando mensajes que les ayuden en su vida, como una joven que compró una botella donde rezaba «Más coraje» para darse ánimos y perder el miedo a conducir en la autopista», cuenta Ling Yu. Todo vale para los negocios y para animarse a sí mismo. Desde luego no puede ser tan mala idea cuando ya triunfa fuera de las fronteras chinas.
