El bolso solar, donde se unen moda y tecnología

El olvido del cargador del móvil o del ipod no será nunca más un problema de incomunicación, gracias a un nuevo bolso con paneles solares capaz de alimentar los aparatos electrónicos con tan sólo tres horas de luz.

Su apariencia es como la de cualquier otro bolso, de lejos podría decirse que pertenece a cualquier colección de una firma conocida, pero de cerca se puede apreciar que está hecho de pequeños paneles solares. Los paneles, que se disponen como si fueran un mosaico y dos asas transparentes, forman el «último modelo» tecnológico y ecológico diseñado por el profesor Joe Hynek, del departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Estatal de Iowa (EEUU).
Hynek explicó a Efe que este bolso permite cargar los aparatos en tres horas en un día con buena luz y algo más si hay poca luz. Ahora está trabajando en mejorar la capacidad de estos paneles para que funcionen tanto dentro como fuera de casa.

«Es un bolso ideal tanto para la gente que apuesta por la ecología, como para aquellos que les gusta la moda», dijo a Efe este profesor que opina que ambas cosas no tienen por qué estar reñidas y asegura que «la tecnología se puede aplicar a muchas otras áreas». Aunque aún tiene que hacerse algo más barato porque el bolso, que aún no está en el mercado, costaría unos 300 dólares (210 euros).

Hynek forma parte de un grupo de investigadores que trabajan con energía fotovoltaica. Junto con los profesores J.R. Campbell y Mark Bryden desarrollaron un película que tiene aproximadamente el mismo grosor que el papel, y propiedades similares a la cámara de cine para captar la energía solar y que es lo suficientemente fina y resistente como para ser incorporada a la ropa. De hecho, esta no es su primera incursión en la moda, ya que juntos diseñaron la primera corbata-cargador de móvil, con capacidad para almacenar hasta 3,6 voltios. La corbata ocultaba en su parte trasera un pequeño bolsillo en el que se podía meter el teléfono móvil para cargarlo en medio de una reunión o en plena comida de trabajo, sin tener que estar pendiente de cables ni enchufes. «Aquello no era más que un prototipo», dijo Hynek, «mientras que esto -añadió- puede convertirse en realidad».

El profesor ya ha patentado el bolso solar que desarrollará y distribuirá la empresa SOLARJO creada por él mismo. Los proyectos de Hynek se centran en inventar y desarrollar productos de moda que combinen la funcionalidad con la tecnología. «Se trata de hallar el equilibrio entre la integración de la tecnología, que añade un valor añadido a la prenda de vestir, y a la vez mantener el atractivo visual», explicó.

El bolso tiene unas dimensiones de 30x15x10 centímetros lo que le permite poder colocarlo en la repisa de cualquier ventana para cargarlo.

Las asas del bolso son transparentes y los remaches niquelados, junto con los pequeños paneles solares irisados dan al bolso un aspecto urbano y un toque industrial.
Todo está pensado. Viene con una cremallera que ofrece seguridad adicional para guardar los últimos «gadgets» tecnológicos ya que, en el interior, alberga su gran secreto: una pequeña batería oculta entre sus paredes – para que no moleste al introducir objetos-, que almacena la luz solar.

Un circuito interno gestiona la energía y permite que el teléfono móvil o cualquier aparato electrónico se cargue igual que si estuviera conectado a un puerto USB de un ordenador. Tiene unas cintas reflectoras de color rojo que ofrecen buena visibilidad en el interior para que el usuario pueda hacer las conexiones de los aparatos y los dispositivos de carga dentro del bolso sin problemas.

Lo bueno es que está diseñado como un dispositivo portátil por lo que se acabó estar pendiente del mechero del coche o de los cargadores de otros en caso de olvido.
El profesor Hyeck asegura que este material fotosensible tiene muchos otros usos así que ¿qué será lo próximo?

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