Los American Music Awards se celebraron la noche de este domingo. La elegancia estaba casi servida con la presencia de celebrities de la talla de Jessica Alba o Taylor Swift, pero Rihanna, Miley Cyrus y Katy Perry sembraban la duda gracias a sus habituales excéntricos modelitos que podrían convertir la glamourosa alfombra roja en un auténtico desfile carnavalesco. Pero, ¿qué fue lo que pasó exactamente en la gala?.
Miley Cyrus hizo una aparición estelar con un espectacular vestido de volúmenes y cola en la parte trasera y tipo bandage por delante, en tonos pastel, combinado con unos zapatos de Christian Louboutin y joyería de Neil Lane. La ex chica Disney, de lo más bella con su Marchesa, posó como una auténtica top model.
El cambio de look de Rihanna empezó por el peinado pero ha llegado hasta su ropa. Parece que la artista quiere robarle a la mismísima Madonna la corona de ‘reina de la reinvención’. Más elegante de lo habitual, la cantante de Barbados optó por un vestido largo de Elie Saab, en rojo, con transparencias y brocados florales. Además, Rihanna mostró su lado más salvaje con un peinado a lo afro que, sin duda, la hace mucho más guapa.
Pero, si hay alguien que robó el protagonismo a la noche, esa fue la pequeña Willow Smith, quien lució un extravagante look futurista. Puede que fuera la artista más joven en pisar la alfombra roja de los American Music Awards, pero ella saber perfectamente cómo estar a la altura de las circunstancias.
Con un mono corto en color gris y adornado con una llamativa, y un tanto aparatosa, hombrera con hebillas en amarillo, la joven promesa de la música, a sus 10 años, consiguió brillar con luz propia y destacar sobre el resto. El modelito lo completó con unos guantes de cuero negros y unas botas a juego.
EL RESTO DE LAS ESTRELLAS
Definitivamente, fue una noche en la que el mundo de la moda triunfó hasta por encima del de la música. Fergie, con sus habituales excesos, en esta ocasión gustó más que de costumbre. Además, fue la única estrella que se atrevió a posar con dos modelitos diferentes en la alfombra roja.
En principio, la cantante de Black Eyed Peas acudió a la gala con un estilo sexy-futurista, que después cambió por un minivestido de Falguni & Shane en tonos azules y negros con plumas en los hombros.
Otra que también sorprendió fue Katy Perry, guapísima y ultra-femenina con un vestido de Badgley Mischka, en rosa palo y bordado con pedrería brillante. Por su parte, la dulce Taylor Swift se presentó con un minivestido de estrás de Collette Dinigan que resaltó su larga melena rubia extra lisa y su nuevo flequillo XL.
Jessica Alba, con vestido negro asimétrico y sandalias con pulsera al tobillo del mismo color, la actriz estaba guapa a rabiar, correcta y elegante. Con el pelo recogido, un collar pegado al cuello dorado y plateado y un maquillaje que intensificaba su mirada, Jessica parecía una auténtica estrella de Hollywood de los años 50.
La nota discordante la puso Kesha. Quizá debido a la ausencia de Lady Gaga en la alfombra roja, la cantante intentó emularla con un estilismo largo y negro, con escote triangular, abierto en la pierna, y con cintas de VHS colgando por todo el traje. Del peinado punk y las cejas de tachuelas mejor no hablar.