El ramo se ha encargado a Thierry Boutemy, entre cuyos trabajos se encuentran las flores que llevó en su boda Sofía Coppola
La boda del año sigue la línea que ha marcado Amancio Ortega en su vida. La opacidad y total discreción en el terreno personal.
El enlace de la niña de sus ojos no va a romper los moldes bajo el que se ha estructurado una de las mayores fortunas del mundo.
Difícil será ver a Marta Ortega vestida de novia, porque está previsto que el día se celebre a puerta cerrada.
Todos los invitados, y alguno más, porque la lista de la pre-fiesta de este viernes 17 de febrero de 2012 era más amplia de la que acude este sábado 18 de febrero al pazo de Ancéis (Cambre), tomaron contacto con la ciudad de La Coruña a través de uno de los mejores hoteles, el Finisterre, un cinco estrellas donde se hospeda gran parte de ellos.
Marta eligió este viernes para esa fiesta unos de los modelos que le han cosido en Arteixo, de donde no ha salido, según ha podido saber PUNTO G, el diseño nupcial con el que se dirige hacia el altar para casarse con el jinete Sergio Álvarez, al que conoció gracias a su afición a los caballos y con el que empezó su relación formal tres años atrás.
Las costureras encargadas de tan especial menester han tenido entre manos sólo y exclusivamente vestidos de fiesta, todos de colores claros. Y no pocos, porque al parecer, Marta ha podido elegir para la ocasión, bajo el sabio consejo de su madre Flora Pérez, el que mejor le sentara en el momento.
E igual que Flora ha acompañado a su hija en las últimas jornadas de soltera a hacer compras por la milla de oro en Madrid -siendo infiel a su propia marca-, también habrá volado a Nueva York durante los últimos meses para hacerse las pruebas en el estudio del diseñador Narciso Rodríguez.
Artífice del modelo que llevó la malograda Carolyn Bessette en su boda con John J. Keneddy, el creador se distingue por sus líneas puras y sencillas, un estilo que encaja como un guante en la personalidad de la hija de Amancio Ortega. Aunque como todo en esta boda, nada ha sido confirmado, y en la sede neoyorquina del taller del diseñador se han mostrado muy esquivos ante las llamadas de este periódico.
Mientras, el padrino de la boda estaba en manos de los sastres de Massimo Dutti, aunque no le han cosido ningún chaqué para la ceremonia. También pueden haberse encargado de encajarle el suyo al feliz novio.
Poco más de un centenar de personas tendrá la ocasión de ver el diseño de este creador, que ha vestido a Michelle Obama, Charlize Theron o a Sarah Jessica Parker.
El ramo se ha encargado a Thierry Boutemy, entre cuyos trabajos se encuentran las flores que llevó en su boda Sofía Coppola, demostrando el poderío económico de la familia, que pretende tratar a sus invitados como reyes. Pero lejos de ser ostentosos, según el florista, la pareja lo ha encargado todo muy sencillo.
Según desvelan amigos de la novia, hay un tratamiento especial para invitados vip, que no tienen por qué ser los más importantes, sino también aquellos con los que la pareja tiene una relación especial. Entre ellos pueden estar Carlota Casiraghi y Athina Onassis, pero también los más íntimos. A todos les ponen avión, coche a la puerta y alojamiento.
En el menú habrá productos de la tierra, como la merluza de pincho -en la lonja se dice que han encargado 100 kg-, de la mano del cocinero Marcelo Tejedor, de Casa Marcelo de Santiago, con una estrella Michelin.
Carolyn Bessette lució un sencillo vestido del creador americano en su boda.