Fabricar alta calidad supone una gran facturación
Sabe que España es un lujo en sí misma, pero que carecemos de ese arte ancestral que tienen los franceses para envolver y vender todo lo bueno que poseen, aunque no siempre sea tan bueno.
En 1954 se creó en Francia el Comité Colbert para mandar al mundo el mensaje de que Francia es el país que tiene los mejores productos de lujo y que hace la vida más agradable a la gente.
Siguiendo un poco los pasos, en España se creó el Círculo Fortuny, una agrupación de empresas de lujo españolas como Loewe, Pagos Marqués de Griñón, Carrera y Carrera…
La preside Carlos Falcó, marqués de Griñón. En 2012 se han unido ocho socios más y pretende promover el sector del lujo dentro y fuera de España.
«La Comisión Europea nos apoya porque considera el lujo un sector estratégico para Europa. De hecho, es uno de los sectores donde no se han perdido empleos ni ha habido crisis, sino que ha seguido creciendo durante este bache. Supone un millón de empleos y una facturación altísima», afirma Carlos Falcó.
¿No es una paradoja que crezcan el lujo y también la miseria y el paro?
Son 190.000 millones de euros que se venden en lujo en el mundo y Europa tiene el 75% de la tarta.
¿Por qué?
Esta tendencia se acentúa porque los nuevos países ávidos de lujo, sobre todo los del Sureste asiático, no quieren más que lujo europeo. Un dato: para Gucci, China ya supone el 50% de sus ventas. Y el 60% de los vinos de Burdeos también se exporta a China.
¿Y qué promocionará el Círculo Fortuny?
Todo lo que tenemos de lujo, que es mucho, en España.
No lo sabemos vender…
La parte de la tarta del lujo que corresponde a España es pequeñísima en comparación con la de Italia o Alemania. También se pretende que Europa no compita por precios, sino por calidad.
¿Por qué dice que la imagen de España es positiva cuando tenemos una crisis de ca-ballo?
El año pasado ha sido el peor en ventas de automóviles, pero las de coches de lujo se han doblado. Luego el lujo va a su aire.
El grupo LVMH, primera multinacional de lujo, también ha aumentado las ganancias.
Claro, por sus ventas a China. Y Loewe ha crecido un 40% en ventas.
Pues ya me choca, porque los franceses nunca entendieron la esencia de una firma tan española cuando lo compraron. ¿Sobrevivirán la relación calidad-precio y la alta calidad?
En España no nos gusta mucho la palabra «lujo»: preferimos hablar de alta gama, excelencia, máxima calidad. Tenemos una tradición cultural increíble y gran capacidad de innovación. Saber mezclar ambas cualidades y hacer una distribución selectiva es la clave.
¿Por qué se ha puesto de moda que los famosos se compren bodegas? Como no entienden, luego se arruinan…
Para ser bodeguero, hay que dedicarse 40 años a esto como profesional; y requiere mucho tiempo.
NOTA.- leer artículo original en ‘La Gaceta’