Es uno de los eventos fashion de nuestro país. Actrices y actores se ponen bien guapos para la ceremonia de entrega de los Goya. En la 29 edición, ha habido un buen número de notas de estilismo curiosas. La primera, y muy comentada, ha sido el cambio del color, del tradicional rojo al rosa, de la moqueta que da acceso al Centro de Congresos Príncipe Felipe del Hotel Auditorium de Madrid. ¿Estará en ese cambio la mano de la estilista Tatiana Hernández que, comentaba recientemente en una entrevista a B GLAM ha pretendido una alfombra «entre película y chispeante, que transmitiera felicidad, glamour y elegancia»?
Glamour lo ha habido, aunque no en exceso. Las actrices B GLAM, aquellas que han sabido lucir a la perfección el vestido que han escogido para la ceremonia con su persona, que lo han lucido radiantes, sin extravagancias, que lo han hecho derrochando estilo han sido: Macarena Gómez, Úrsula Corberó, Marta Hazas e Ingrid Rubio.
Las B GLAM
Actrices con estilo B Glam en su ADN.
Macarena Gómez escogió un Lorenzo Caprile de encaje, total red, en conjunción con unos labios apasionados, emulando el fabuloso que lució Nicole Kidman en el film Australia. El color blanco, con brillos y espalda abierta de Jorge Vázquez fue el vestido que llevó Marta Hazas, y que además, estaba rematado por una larga cola y un pelo ondulado estilo años cincuenta. Úrsula Corberó sorprendió con un vestido de manga larga, geometrías y escote de espalda Teresa Helbig. E Ingrid Rubio llevó un The 2nd Skin Co, con lentejuelas, cuello redondo y manga larga como los de antaño.
Las NO B GLAM
Actrices que han escogido propuestas no favorecedoras a su imagen.
Entre las actrices No B Glam, aquellas que han escogido una propuesta que se aleja de favorecerlas, y que les resta su imagen destacaron, para mal, Penélope Cruz, que volvió a hacer aparición en los Goya tras cinco años de ausencia, con un Oscar de la Renta, palabra de honor en azul noche y plata, correcto en su parte superior, pero que arremolinado y con turbulencias en su caída, le generaba volumen y volumen.
Por su parte, Carolina Bang, optó por un diseño de Lorenzo Caprile, en terciopelo nada favorecedor, ni en el busto ni en la cintura, para la tinerfeña. Manuela Vellés no acertó en absoluto en su elección de un Elisabetta Franchi de paillettes doradas y espalda al aire, con unas franjas de transparencias que recorrían todo su cuerpo, mal situadas, nada favorecedoras, desde luego. Pero si lo de Vellés tenía como único salvavidas su escote de espalda, aunque mal acabado por los tirantes, lo de Ana Álvarez nos dejó epaté con un Álex Vidal que no había por dónde cogerlo y que fue una réplica de la más exuberante Afrodita de Mazinger Z.
Vestidos B GLAM
Vestidos con prestancia y toque B GLAM.
En la categoría de vestidos elegantes y nice, pero no acordes para su maniquí, sobresale el que llevó Inma Cuesta de Dolores Promesas, en tonos pastel y verdes, demasiado pegado a su cuerpo, en esta ocasión y que demanda aire, aire, aire, para ella. Najwa Nimri, con un Cortana, parecía enredada en una tela de araña de transparencias y bordados en tonos más bien neutros. Sybilla llegó a la alfombra ‘rosa’ de los Goya. La buena noticia es que su nombre vuelve a oírse con fuerza. La mala es que su espectacular vestido beige con capa y pronunciado escote de pico deslució en la exuberancia de Elena Anaya. ¡Una verdadera pena! Sandra Martín, por su parte, optó por un vestido de encaje y transparencias de Rubén Hernández que no acababa de funcionar en ella. Probablemente por su palidez en el tono de piel que no hacía sino neutralizar todos los efectos de la propuesta. Y Elena Furiase, un vestido de corte sirena de Etxart & Panno, de reminiscencias cincuenteras, con un corte de escote de corazón más bien caído y poco favorecedor.
Estilo B GLAM
Mujeres con estilo y clase que transmiten su gen B GLAM.
También hubo espacio para aquellas que sorprendieron con su demostración de estilo B GLAM. El trío de style se lo llevaron Carmen Machi, Ana Belén y Cayetana Guillén Cuervo. Machi y su Nicolás Vaudelet fueron una fusión perfecta de elegancia y estilo. Ana Belén con un Tot Hom, en azul, que le queda como un guante. Y Cayetana Guillén Cuervo, por su parte, lució un The Name de caída recta, manga larga y detalles de hombreras de pinchos en los hombros con cristales de swarovski y tachuelas bañadas en oro.
Otro capítulo aparte es el de las poses para la foto. Agarrase la cintura para arrancarse un chotis, manos alejadas de las esculturas griegas y dentro de los bolsillos como si de vaqueros se tratase son algunos de los habituales defectos de nuestras top. Tan fáciles de corregir como favorecedores.