Los hombres cada vez brillan con más luz propia y se preocupan más de su imagen sobre la alfombra roja
El smoking ha sido la prenda que ha triunfado entre los actores en la pink carpet de los Goya. Cierto también que no ha habido mucha variedad y que nuestros representantes masculinos han seguido el abc de la etiqueta de protocolo, aunque ha habido notables excepciones. Aquellos que han sabido escoger propuestas elegantes, singulares y diferentes que les sientan a las mil maravillas. Ellos son los B GLAM de los Goya 2015. Hablamos de Dani Rovira, Paco León, Carles Francino y Hugo Silva.
Dani Rovira (Pedro del Hierro), Paco León (Lander Urquijo), Carles Francino (Caramelo) y Hugo Silva (Paco Varela).
Dani Rovira lo tuvo todo en la noche de los Goya: maestro de ceremonias, besazo de su novia Clara lago, Goya al actor revelación y un smoking Pedro del Hierro, muy sencillo y discreto, negro, combinado con camisa blanca con la abotonadura cerrada y pajarita black, que le sentó a las mil maravillas.
Paco León, que arrasó en Twitter con su selfie al más puro estilo Ellen DeGeneres en la pasada edición de los Oscar, puso el toque de acertado y sugerente atrevimiento con su look de pantalón oscuro y chaqueta con textura y dibujo de Lander Urguijo, camisa blanca con botones a la vista y pañuelo White en el bolsillo de la chaqueta.
Carles Francino, escogió un smoking de Caramelo, en azul y solapas y pajarita negras, acompañado de otra variante acertada: zapatos oscuros, sin cordones, y forrados en el empeine. Por su parte, Hugo Silva optó por un smoking negro, sencillo, elegante y discreto del diseñador gaditano Paco Varela con camisa blanca y botonadura cerrada.
En los últimos diez años los actores españoles han mejorada considerablemente su imagen sobre la alfombra roja.
Lo visto este año sobre la alfombra ‘rosa’ de los Goya es buen, muy buena noticia para la moda masculina. Ellos han mejorado notablemente en imagen. Han ido más cuidados, más elegantes, más cuidadosos en sus elecciones. Hasta 2006, el smoking y la pajarita brillaban por su ausencia, las combinaciones de colores no estaban en absoluto trabajadas y acudir a los Goya para ellos era un mero trámite rutinario exento de glamour. Pero a partir de ese año en ellos se ha visto una evolución, muy, muy positiva. Atrás quedan aquellas alfombras rojas de actores que iban manga por hombro y desaliñados. ¡Bravo por ellos!