Chicote, Zambra o el Restaurante Riscal eran algunos de los lugares más visitados por 'La reina de la noche de Madrid'
Considerada como una de las diosas de la belleza de Hollywood, El animal más bello del mundo, Ava Gardner fue una enamorada de España.
Después de su tortuoso matrimonio con Frank Sinatra, que duró desde 1951 hasta 1957, la actriz quedó arrebatada por nuestro país donde pasó largas temporadas admirando el arte del toreo y el baile flamenco. Y disfrutó en cada ciudad: de su ómnibus: gentes, calles, música, cultura, arte…
En la capital, su lugar por excelencia fue el Hotel InterContinental de Madrid, donde solía alojarse en la Suite Presidencial 716. Además, frecuentaba otras estancias como el jardín, -un espacio refrescante y luminoso-.
El restaurante acristalado en el que de vez en cuando comía o cenaba. El agradable café bar con vistas al jardín donde era habitual verla con una copa o en la Rotonda Central: lugar para tomar el café y asistir a las charlas con los intelectuales de la época.
Salón de la suite presidencial del HotelIntercontinental.
Nunca Gardner viajaba sola. Porque siempre se trasladaba con sus perros, que además, tenían que ser paseados, por separado de su personalidad, por los botones del hotel.
La actriz acudió por primera vez a la inauguración del hotel en 1953, cuando entonces se llamaba Castellana Hilton. Su dueño, Conrad J. Hilton, fletó un avión a Madrid repleto de estrellas de Hollywood – Fran Sintatra, Sofía Loren, Gary Cooper, Elisabeth Taylor, Tony Cortis… para su estreno-, que duró la friolera de tres jornadas.
Pero el Hotel InterContinental no fue, ni mucho menos, el único lugar que Gardner frecuentó en Madrid. Pasó un buen número de largas tardes en Las Ventas viendo las corridas de toros. De hecho, se dice que fue allí donde conoció a Luís Miguel Dominguín con el que tuvo un apasionado romance.
Aspecto actual de Chicote. FIRMA: Olivier Bruchez (Con licencia CC BY-SA 2.0).
Sus noches de vino, rosas y algo más, en Chicote (Gran Vía), en la terraza de Zambra (C/ Victoria 10), y en su terraza preferida, la del Restaurante Riscal, hoy cerrado, fueron legendarias. No en vano recibió el apodo de La Reina de la noche. Para las tardes, entre sus lugares preferidos, El Bar Cock, la Cervecería Alemana o el Café Olivier, donde acudía a tertulias literarias y escuchar el piano.
Gardner junto a Sinatra en El Bar Cock.
Gardner fue una apasionada de los tablaos flamenco, que solía frecuentar hasta altas horas de la madrugada como El Corral de la Morería, Torres Bermejas, Los Garieles, Villa Rosa y El Duende. Y cuando cerraban regresaban al InterContinental donde la fiesta continuaba.
El Corral de la Morería era lugar habitual para las veladas de flamenco.
FIRMA: PROMOMADRID (Max Alexander / Con licencia CC BY-SA 2.0).