Santiago Ramos es para muchos Andrés Guerra de Aquí no hay quien viva. Y Andrés Guerra es Santiago Ramos. Y con toda lógica porque el actor salmantino, con un Goya en su haber por su interpretación masculina en Como un relámpago, rodó 60 capítulos de la aclamada serie.
Ramos recorre con B GLAM Ciudad Rodrigo y los alrededores que le vieron nacer y crecer. «Si tuviera que escoger un punto, un lugar para visitar de la urbe», Ramos no duda ni un instante; «Un paseo por la muralla de la ciudad con la imaginación puesta en las guerras y destrucciones que la asolaron. Porque sus piedras han visto la Guerra de Secesión de Portugal, la de Sucesión al extinguirse la Casa de Austria y la Guerra de la Independencia. Porque Ciudad Rodrigo fue asediada y conquistada por los ejércitos napoleónicos y liberada posteriormente por el duque de Wellington. Así que esta muralla tiene historia, mucha historia y merece la pena vivirla en primera persona».
Ciudad Rodrigo vista desde las inmediaciones.
FIRMA: David Castañón (Con licencia CC CC BY-NC-SA 2.0).
Junto a la caminata por la muralla, con una pausa estratégica en el Parador, Ramos recomienda, y eso da para un día entero, sumarle una visita por el centro de la ciudad. «El visitante encontrará un conjunto de conventos preciosos, muchos palacios e iglesias imponentes, la catedral de Santa María, el Palacio Arzobispal, la Plaza de los Bandos y la Plaza del Mercado. Y su imponente Plaza mayor, con unos arcos de estilo Plateresco con un toque a Plasencia, que es parada obligatoria para tomar un aperitivo».
Ciudad Rodrigo encierra dentro de sus murallas unos claustros bellísimos.
FIRMA: Alfredo Miguel Romero (Con licencia CC BY-NC-SA 2.0).
Pero junto a las piedras, Ciudad Rodrigo es conocida, y a ello nos invita Ramos, a deleitarnos con su gastronomía. «¡El farinato! Desde luego. Eso hay que probarlo sí o sí». Se trata de un producto típico de la matanza del cerdo elaborado con manteca o grasa de cerdo, pan, harina, pimentón, cebolla, ajo, sal, anises y aguardiente. Y junto al farinato, el jamón y los chorizos, porque estamos, ante todo, en tierras de ganado. Y es en este momento cuando la cabeza de Ramos se va a su Fuente de San Esteban natal, a su niñez en San Muñoz de Huebra -con las gallinas, cerdos, vacas, churros, caballos y mulas por sus calles- y a los paisajes de la zona repletos de fresnos y encinas. Y también a sus dehesas, donde se encuentran grandes ganaderías como Pérez Tabernero, los campos para hacer capeas como Rodasviejas o la Alberca: un pueblo medieval maravilloso. Todo muy cerca y una combinación para un fin de semana de campo, piedras y gastronomía salmantina.