Todos ellos son grandes estrellas. Unos del mundo del celuloide, otros del deporte, la publicidad y la moda. Pero todos ellos coinciden ante todo en ser unos padrazos preocupados ante todo por su familia.
De David Beckham, que mañana estará en Madrid de la mano de H & M, conocida es su clase y su estilo de golpeo de balón. Capitán indiscutible de la selección de Inglaterra ha jugado en grandes equipos como el Manchester United, Real Madrid o Milan. En 1999 fue sonada su boda con la Spice Girl Victoria Adams. La pareja tiene cuatro hijos –Harper, Brooklyn, Romeo y Cruz– y no es raro ver a toda la family acudir a presentaciones de eventos de moda de su mami o de su papi todos juntos.
La familia Beckham a la salida de la comida en un asiático.
El gran capitán, como es conocido Raúl González, sigue, a sus 37 años jugando al fútbol. Actualmente lo hace en el New York Cosmos. Siempre se le ha alabado su tenacidad y constancia sobre el terreno de juego: un luchador. Pero también en la vida. De padres humiles -electricista él y ama de casa ella- con esos mismos rasgos ha conseguido llevado a lo más alto del fútbol.
En 1999, y con gran discreción, como le acostumbra, Raúl se caso con la guapísima ex modelo Mamen Sanz en 1999. Tienen cinco hijos. Una muestra de lo buen padre que es y del amor que tiene a su mujer e hijos, es la manera con la que celebra sus goles. Besa su anillo de matrimonio, como dedicatoria a su mujer, y hace un doble golpeo en el pecho, en honor de sus hijos.
Raúl con sus cinco hijos tras un partido con el Shalke 04.
El dos veces oscarizado Ben Affleck, y que tan buen cine nos está dejando en los últimos años, se dio a conocer a finales de los noventa en las películas de Kevin Smith como Persiguiendo a Amy. En los últimos años se ha dedicado más a la dirección. Tras una relación fugaz con Jennifer López, Affleck se casó con Jennifer Garner, a la que había conoció años en el rodaje de Pearl Harbor.
Affleck y Garner llevan diez años casados y tienen tres hijos: Violet, Seraphina y Samuel. La familia vive durante el año entre su casa de Los Ángeles y la de Massachusetts. Y para el veraneo y los días de asueto y relax van a su casa de Savannah en Georgia. De su mujer, Alffleck se deshace en elogios siempre que puede. «Conocer a Jennifer, enamorarme de ella y estando conectado me dio una base para decir: Bueno, yo voy a ser una estrella de Hollywood. Y al recibir el Oscar por Argo en 2013, extremadamente emocionado y nervioso dedicó el premio a su mujer, «por trabajar por nuestro matrimonio. Con momentos y circunstancias tensos, que son trabajo, pero es el mejor trabajo», dijo. Y de sus hijos, la pareja considera fundamental que por lo menos uno de ellos permanezca en el hogar mientras el otro trabaja, para no confiarle a extraños la crianza de ellos.
La familia Affleck.
Y de Brad Pitt y Angelina Jolie, que mejor testimonio que una familia numerosa de seis hijos, y tres de ellos adoptados. Los hechos hablan por sí solos. Además, son frecuentes las divertidas imágenes de la gran familia Pitt-Jolie, recorriendo aeropuertos y calles entre risas. Y los detalles de cariño entre la pareja, como cualquiera otra, como el que pudo verse el pasado fin de semana, cuando al acudir a ver el partido de fútbol de sus hijas -como millones de padres-, entre ánimos y ánimos, la pareja se besó con gran naturalidad. Además, y tal como Brad había prometido a sus hijas, les compró unos helados. Y como este, mil detalles más de nuestro padrazo.
La familia Pitt en peregrinación.