Es un secreto a voces que las fragancias son la mejor ayuda posible para una marca de moda
El diseñador gallego lleva remando duro durante tres décadas en moda. Empezó, como muchos de su generación, prácticamente de la nada y aprendiendo el oficio del día a día. Hoy, Roberto Verino, cuenta con una firma internacional, con una fuerte presencia en México. Una compañía más allá de la moda, porque la firma hace desde ropa de lujo alcanzable hasta vino -de los mejores de Galicia- y fragancias -la mejor ayuda para una marca-, y que cada año se somete al examen de luz y taquígrafos de la pasarela.
– El negro debe representar algo especial para usted. Lo utiliza en abundancia en sus desfiles. ¿Por qué?
– El negro es un color de moda, tanto que ha terminado convirtiéndose en el comodín de todas las colecciones, especialmente cuando hablamos de propuestas para noche. Si tuviese que elegir, probablemente me identificaría más con los azules muy oscuros, los verdes o los tierras, pero, en contra de lo que se cree alegremente, los diseñadores no somos los reyes absolutos de la paleta de color de nuestras colecciones, sino médium, si se me permite la expresión, de los grandes fabricantes de tejidos. Ellos son los que tienen en su mano los mejores estudios de mercado, y si ellos siguen proponiéndonos el negro, sería un riesgo demasiado gratuito no hacerles caso. Aún no me he equivocado nunca al apostar por el negro.
«Cada colección pasa el examen con luz y taquígrafos de una pasarela».
– ¿Cree que el prêt a pòrter tiene sentido, hoy, en España? ¿No cree que la mujer o viste para el trabajo -formal y elegante-, o viste para ceremonias o para deporte y fin de semana y no piensa o no se atreve con el prêt a pòrter?
– Para mí el prêt-a-pòrter sigue estando absolutamente vigente. La otra opción es eso que llamamos low cost, que, evidentemente, tiene muy buenas razones para vestir a uno de cada dos consumidores que vemos por la calle, pero la otra mitad siempre seguirá aspirando a un plus de exclusividad, basada, mucho más que en el precio, en la calidad de sus materiales, de sus patronajes o sus acabados. El prêt-a-pòrter es el sistema que garantiza esa exclusividad sin necesidad de recurrir al precio de la alta costura. Sin duda la mejor forma de «invertir» en lugar de «gastar».
– Moda, fragancias, vino, óptica, interiorismo… ¿Qué negocio le veremos abrir próximamente? ¿Se ha visto obligado a diversificar porque la moda no es tan rentable?
– Todas estas diversificaciones de producto, más que diversificación de riesgo son diversificación de coherencia… Los accesorios, las fragancias, la óptica, son partes imprescindibles de una marca internacional de moda que se precie. Renunciar a esa diversificación sería renunciar a los instrumentos que nos permiten ser competitivos en un mercado global. En el caso del vino o del interiorismo son diversificaciones hechas más con el corazón que con la cabeza, o lo que es lo mismo, no hago vino para aumentar mis beneficios como diseñador de moda, sino de una manera absolutamente independiente. Creo que el único refugio sólido que toda la industria de la moda internacional ha encontrado durante estos últimos años a la caída de sus ventas en prêt-a-pòrter ha sido el incremento de sus ventas en accesorios. Ese abrigo que no hemos vendido se corresponde casi mágicamente con ese bolso que sí hemos vendido.
– En este sentido. ¿Es más negocio el de las fragancias, el del vino o interiorismo que el de la moda? ¿La moda se ha quedado como su carta de presentación? ¿Cuál es su particular gallina de los huevos de oro?
– Es un secreto a voces que las fragancias son la mejor ayuda posible para una marca de moda… Incluso los nombres más inalcanzables, como pudieran ser Chanel, Dior o Armani, serían impensables hoy sin los beneficios de su división de perfumería. En mi caso concreto, no llegan a ese nivel, posibilidad, dicho sea de paso, que me encantaría, pero mi excepción no hace sino confirmar la regla general: el perfume hace muchos años que financia a la moda.
Mi moda es mi carta de presentación, pero también es ese ejercicio que me permite seguir construyendo mi estilo… Si no haces moda, quiero decir, si no haces colecciones que pasan el examen con luz y taquígrafos de una pasarela, terminas reduciéndote a un fabricante de producto y eso conlleva el riesgo de dejarte fuera de la moda en un par de temporadas.
Mi único huevo de oro es hacer una colección detrás de otra, que, aspirando al lujo no ha perdido el norte de la relación calidad-precio. Quiero ser un lujo alcanzable y, en la medida en la que lo consigo cada día, puedo reconocer ahí esos «huevos de oro» de los que usted habla…
«Mi moda es mi carta de presentación, pero también es ese ejercicio que me permite seguir construyendo mi estilo».
– Una curiosidad. ¿Cómo describiría su vino? ¿Y cómo y con quién le gustaría tomarlo?
– Mis vinos, tanto los blancos como los tintos, son vinos muy recomendables, muy honestos, hechos con pasión, con conocimiento y con los pies en la tierra. No me cansaré de insistir en que para muchos reconocidos profesionales de la especialidad mis vinos son de los mejores de Galicia, lo que no es ninguna tontería. Por supuesto me encantaría tomarlo con Robert Parker y esperar, en vivo y en directo, su prestigiosa calificación.
– Comparte con Picasso la frase célebre de que «la inspiración es muy importante… pero conviene que cuando llegue, te coja trabajando…». Lleva tres décadas remando duro. ¿Hay relevo generacional en moda? ¿Cómo nos ven desde fuera?
– Claro que hay relevo generacional en la moda… Lo difícil es construir lo que nosotros hemos construido. Salir prácticamente de la nada y llegar a nuestra posición internacional. Hoy tenemos escuelas, estudios de diseño donde esos jóvenes profesionales hacen prácticas, incluso muchos de ellos con stages en marcas internacionales. ¡Cómo no esperar que la moda española siga consolidando su posición internacional! Siempre he sido optimista y ahora, que hay que remar contracorriente, más que nunca…
«Quiero ser un lujo alcanzable».
– ¿Cómo viste el hombre en España hoy? ¿Cree que hemos avanzado en moda masculina o retrocedemos? ¿Nos atrevemos más que antaño?
– Vamos avanzando lentamente, pero avanzando… Sobre todo porque hemos perdido el miedo a vestirnos, a que nos miren, a que nos feliciten o nos critiquen por nuestra elección… Ese narcisismo, antes tan mal visto en los hombres, ahora no solamente está tolerado sino en muchos casos, recomendado, y ese cambio de prejuicio a los diseñadores de moda nos viene muy bien y al país también. Lamentablemente no somos todavía Italia, pero cada vez estamos un poco más cerca.
– ¿Está contento con los resultados de su tienda on line? ¿Qué le está funcionando mejor? Y hablando de funcionar. ¿Qué resultado tuvo su acción de vestir al Atlético de Madrid en la temporada 2013-2014? Porque hicieron una de sus mejores temporadas…
-La tienda on line está superando con creces nuestras mejores previsiones.
Que yo le di suerte al Atlético de Madrid no lo discute a estas alturas nadie… Es una broma, pero muy seria. Para mí, tener la confianza del Atleti de Madrid fue una importantísima inyección de moral que no ha hecho nada más que retroalimentarse. Nos traemos buena suerte mutuamente, quizás porque los dos compartimos filosofía: si no te sientes el mejor, nunca lo serás…
– ¿Cómo viste la reina de España? ¿Cuál es su valoración? ¿Y el rey? ¿Le ve con un Roberto Verino?
– Creo que se viste muy correctamente en el noventa por ciento de las ocasiones. En el otro diez por ciento creo que aún podría mejorar mucho y ahí incluyo su obligación moral de apostar por los diseñadores españoles y apoyarlos a todos. En cuanto al rey, me parece un hombre impecable, empezando porque su talla de «modelo» ya hace mucho. Y, por supuesto, claro que los veo vestidos de Roberto Verino…