En el día a día no pienso en el fenómeno fan. Porque si empiezas a pensar en esas cosas te vuelves neurótico perdido
Es, junto a Rebeca Pous, la imagen de la nueva campaña de tiendas Aurgi. Mario Vaquerizo no requiere mucha presentación. Es uno de los personajes del momento. Su fama se extiende cada día que pasa. A sus decenas de colaboraciones en medios, se une un estilo propio, que no es otro que ser siempre Mario Vaquerizo, ser optimista, vital, divertido. Sus 65 kilos, bien mantenidos a base de hora y media diaria de gimnasio, y su ADN singular han hecho que la crisis de los cuarenta ni se le pasara por la cabeza.
– ¿Hay algo de tu cosecha personal en el anuncio de tiendas Aurgi?
– Lo protagonizo junto con Rebeca (risas). La creatividad y la música tienen a Rebeca como verdadera protagonista. Ella es la que inició la estela de estos anuncios. La agencia se puso en contacto conmigo y desde el primer momento dije que sí. Me gustaba mucho el concepto del anuncio. Además, soy fan de Rebeca y me hacía mucha ilusión convertirme en imagen de una tienda que vende neumáticos.
«Me gustaba mucho el concepto del anuncio. Además, soy fan de Rebeca y me hacía mucha ilusión convertirme en imagen de una tienda que vende neumáticos».
– ¿Qué es lo que más te gustó y con que te lo pasaste mejor en el rodaje?
– Me lo paso muy bien en todo este tipo de cosas. Si no me lo pasara bien no las haría. Tengo la suerte de conseguir, a día de hoy, que me ofrezcan cosas que me gustan hacer, aunque obviamente no deja de ser trabajo. El rodaje es de estar doce horas y repitiendo, pero no es algo nuevo para mí. Me encanta estar viendo los programas de máxima audiencia, y en el primer corte publicitario, verme cantando con Rebeca.
– ¿Eres aficionado a los coches?
– Soy aficionando al mundo taxi. Desgraciadamente no sé conducir. Y además, vivo en el centro de Madrid y tener un coche allí es una lata. Aficionado, no, pero sí me gustan mucho los coches antiguos. Esos coches setenteros norteamericanos. También los trailers o esos otros camiones sleepers con casa incluida.
– ¿Mario Vaquerizo es así o se creó un personaje hace años?
– Soy así. Muy loco, bueno, tampoco, porque tengo mucho sentido común aunque no lo parezca. Por el mero hecho de aparecer riéndote y siendo simpático la gente se cree que uno es un alocado, pero si lo fuera, no podría sacar todo lo que hago en mi día a día: anuncios, colaboraciones en programas de radio y tv, llevar dos grupos de música –Nancys Rubias y el nuevo Ramonsters. Soy así. Para lo bueno y para lo malo. No hay ningún personaje. No estoy capacitado. Construir en tu día a día un personaje debe ser bastante cansado y agotador. No estoy actuando las 24 horas del día. Mario Vaquerizo es así. Hay gente a la que le encanta y gente a la que le horroriza. Pero tampoco puedes gustar a todo el mundo. Lo importante es gustarte a ti mismo. A mí me resulta mucho más fácil esbozar una sonrisa que estar enfadad, aunque cuando tengo que enfadarme, me enfado. En el trabajo, por ejemplo, soy súper estricto y germánico. Pero parece que está reñido disfrutar haciendo las cosas que te gustan.
Todos los trabajos que hago, los vivo como una celebración continua. Hoy no hago nada que no me apetezca. Pero no hay ningún personaje. Mario Vaquerizo es Mario Vaquerizo para lo bueno lo malo. No me he convertido ningún personaje.
«Construir en tu día a día un personaje debe ser bastante cansado y agotador. No estoy actuando las 24 horas del día». FIRMA: INSTAGRAM @mariovaquerizooficial
– ¿Es Mario una persona llena de contradicciones?
– Tengo un carácter muy poco prejuicioso y nada sectario ni corporativista. Considero que nada está reñido con nada. Me encantan Los Ramones y me encanta Raffaela Carrà. Me encantan Ana Rosa, María Teresa Campos y los documentales de la naturaleza. Soy muy transversal. Participo de muchos mundos. Me gustan y me siento un privilegiado.
– Como periodista y fenómeno fan, ¿te sorprende el éxito que tienes en una España, digamos, un poco anticuada?
– Las cosas desde dentro se viven de una manera muy diferente a como se ven desde fuera. En el día a día no pienso en el fenómeno fan. Porque si empiezas a pensar en esas cosas te vuelves neurótico perdido.
– ¿Y tus cientos de miles de seguidores en redes sociales no te hacen volverte un poco neurótico?
– El Twitter es mentira.
– ¿Cómo?
– Sí. Los tengo denunciados porque me han suplantado mi identidad. He tenido que ir a los juzgados. Lo he denunciado, pero han pasado de mi. La única red social que tengo es Instagram, en la que tengo 440.000 seguidores.
– ¿Y más allá de las redes sociales?
– El pulso lo ves por la calle. Lo que sí he notado en los últimos años es que caigo bien. Habrá gente a la que no, desde luego, y esos, a día de hoy, han sido educados y no me han insultado y se agradece. Tengo seguidores muy variados: desde niñas de 15 años que me mandan cartas de amor, a señoras mayores e incluso a obreros de la construcción. Creo que hay espacio para todos en esta España anticuada, prejuiciosa y aburrida. Hay gente a la que le parezco un mamarracho y un estúpido, y no pasa nada. A mí me sucede con otras personas. En todo esto siempre tiene que haber respecto y educación.
«Tengo seguidores muy variados: desde niñas de 15 años que me mandan cartas de amor, a señoras mayores e incluso a obreros de la construcción».
FIRMA: INSTAGRAM @mariovaquerizooficial.
– ¿Te ha ayudado de alguna manera ser representante de Leonor Watling y Elsa Pataky para enganchar con el público?
– Trabajar con ellas, con Fangoria, Dover… me ha servido para que se me respete en el entorno de la representación. Porque lo hago muy bien, y no es falsa modestia. Hago bien las cosas y con profesionalidad. Mi carrera como periodista y mi derivación al mundo de la representación y agente de prensa me ha servido, como digo, para que todo el entorno de la industria musical y cinematográfica no vean a Mario Vaquerizo como un payaso, sino como alguien que sabe hacerlo muy bien.
– Es conocida tu relación con Alaska -sois pareja de éxito-. ¿Dónde queda en vuestra relación el valor del sexo?
– Me encanta la pregunta. Siempre que se ha cuestionado esto, a quien estaban cuestionando era a Alaska. No va a ser tan tonta de estar con alguien que no tiene sexo. Yo lo veía como un ataque a ella. Después de 15 años -no vivo del éxito de mi programa con Alaska– estamos muy a gusto juntos. Nos queremos y nos seguimos sintiendo atraídos el uno hacia el otro.
Mario y Alaska llevan 15 años juntos y se siguen atrayendo mutuamente.
FIRMA: INSTAGRAM @mariovaquerizooficial
– Eres una persona llena de alegría y energía. ¿De dónde la sacas y cómo ayudarías a los demás a ser optimistas?
– Te viene en el ADN. He pasado por adversidades -pérdidas de seres queridos, por ejemplo-, y esa vidilla y vitalidad se ven mermadas, pero de forma natural me sale volver a recuperarme. No sabría qué decirle a la gente para que fuera más feliz. Si por salir en la tele, irme a Tokio con mi sección de El Hormiguero, consigo que tres personas, cuando vayan por la calle me digan qué bien me lo pasé ayer y que feliz estaba, bienvenido sea. A la gente les digo que para ser feliz sean ellos mismos. Ser cómo uno es. Tratar de hacer las cosas bien y que lo que quieras para ti lo quieras también para los demás. Siguiendo estas pautas, creo que conseguirás que tu vida se más feliz.
– Eres mediático, desde luego. ¿Te preocupa ser una moda de hoy que dejará de serlo mañana?
– La fama es efímera. Wharlol lo decía. El pop es efímero y la fama es muy pop. Es absurdo pretender querer estar siempre ahí. Hay que ser consciente de que hoy estás aquí y mañana en otro lado, y no pasa nada. El que pretenda estar siempre en televisión está loco pirulero. Eso no depende de ti. A mi me da exactamente igual. El día que no me llamen o que deje de interesar por las audiencias, porque esto es así, y no tenga cabida, seguiré haciendo lo que hago ahora. Seguiré siendo periodista y me dedicaré a seguir haciendo de representante. Por eso no he dejado de hacer mi trabajo ‘oficial’.
Cuando te llega la fama muy tarde, las cosas se ven de otra forma. Por eso es guay ser mayor. Por eso las cosas se ven mejor a los 40 que no a los 15 y estás mucho más formado mentalmente y lo ves más claro y obviamente hoy estás aquí y mañana en otro lado. Y no vas a ser ni la primera ni la ultima persona a la que le pase esto y es como hay que pesar. Pretender estar siempre ahí, ni es sano ni va a ocurrir. Mientras que me dure lo estoy disfrutando y saboreando un montón y ojalá dure mucho más, pero soy consciente de que ha pasado así constantemente.