La marca está en el punto de mira por el uso de modelos muy delgadas y no apostar por tops XXL como Ashley Graham, que ha reclamado en Instagram sus alas
Parece que en el universo angelical de Victoria’s Secret no hay sitio para aquellas chicas que no tengan las medidas «perfectas» del 90-60-90.
Así lo asegura Kelly Merchant, una ex trabajadora de la firma que acaba de interponer una denuncia contra la marca por despedirla, según ella, por tener una talla grande y por su edad.
La mujer de 50 años era la encargada de una de las tiendas de la compañía lencera en Maine (Estados Unidos) hasta que en junio de 2015 la echaron sin darle ninguna explicación.
En la querella, la denunciante afirma que la marca solo contrata a chicas «jóvenes, muy guapas y delgadas» y que su despido va en contra de la Ley de Derechos Humanos de Maine.
«Me echaron por mi edad y por no cumplir con el estereotipo de una mujer atractiva».
Merchant añade en la denuncia que la indemnización económica «no fue suficiente».
Una publicación compartida de Victoria’s Secret (@victoriassecret) el 28 de Nov de 2017 a la(s) 7:26 PST
Victoria’s Secret ya se ha pronunciado al respecto manifestando que la ex trabajadora fue despedida por robar, una afirmación que ha sido desmentida por el abogado de la denunciante, diciendo que la pillaron cuando usó un cupón de compra que no cumplía con la política de la compañía, aunque no se entiende que quisiera adquirir uno de los productos si en teoría no los podía usar, ya que la marca no comercializa artículos más allá de la talla 46.
El abogado ha confirmado que su cliente sigue trabajando en moda, en concreto, en una tienda en Bangor (Maine), apuntando que «gana menos dinero que cuando era la encargada de la tienda de Victoria’s Secret».
Got my wings! ???? .. my #AdditionElle wings! #thickthighssavelives
Una publicación compartida de A S H L E Y G R A H A M (@theashleygraham) el 19 de Nov de 2017 a la(s) 6:47 PST
Independientemente de la denuncia, la marca está en el punto de mira por el uso de tops muy delgadas.
Aunque en el desfile celebrado recientemente en Shanghái se pudo ver mucha diversidad de modelos, todas ellas cumplían con unas medidas inferiores al 90-60-90, un hecho que no gustó nada a Ashley Graham, la maniquí de tallas grandes que utilizó Instagram para reclamar sus alas y pedir así a la firma que apueste por las modelos XXL.
También muchos usuarios se han quejado que no se amplíe el tallaje de sus productos, así como las copas de los sujetadores, que se acaban en el DDD, un tamaño insuficiente para las mujeres que tienen los pechos grandes.