Sí, ya sabéis, hombres vestidos de etiqueta que buscan eso que se conoce como nuevos talentos o new faces. Nosotros nunca los hemos visto, por lo que hacemos un llamamiento: sí alguna vez os habéis topado con alguno, por favor, contádnoslo.
«Buenos días, mi nombre es tal y trabajo como representante de modelos en cual agencia; perdón por molestar, pero llevo un tiempo observándote y he visto un gran potencial en ti».
¿Eso pasa? Sí, pasa. No es una leyenda urbana; existir, existen, y aunque aquí en España deben estar reposando la paella de algún chiringuito, en Estados Unidos y varios países europeos sí se dejan ver dichos «cazamodelos»; personas encargadas de pulir diamantes en potencia.
Vanidad repasa algunos «casos extraños» que son tan ciertos como la vida misma. Dónde están: En cualquier lugar, así que ya sabéis, marcad bien los pómulos en el metro que nunca se sabe quién puede estar mirando.
Desconocemos si las modelos nacen o se hacen, pero lo que sí es cierto es que la mayoría de ellas empezaron sin haberlo siquiera planeado, algo tan dolorosamente cierto como ese «no suelo ir al gimnasio, por lo que supongo que será genética pura». Kate Moss, por ejemplo, fue descubierta en el aeropuerto JFK teniendo tan sólo catorce años de edad. Catorce. Probablemente ese fuese también el primer vuelo que tomaba en su vida. Felices casualidades.
Gisele Bündchen, quien fue durante muchos años la modelo mejor pagada del mundo, también tiene una anécdota curiosa sobre cómo empezó su pletórica trayectoria. Con tan sólo trece años -y sus kilométricas piernas todavía en desarrollo- fue vista por un agente de Dilson Stein mientras devoraba una hamburguesa en el McDonald»s durante una excursión escolar. Fascinante.
Una de nuestras favoritas es la historia de Cindy Crawford, quien asegura haber sido descubierta en un campo de grano. Sí, sí, en un campo de grano de Illionis. La holandesa Lara Stone, por su parte, nació como modelo con tan sólo doce primaveras gracias a adquirir un billete sencillo en el metro de París. Y voilá.
También curiosa es la anécdota de Jourdan Dunn, o la que muchos bautizan como la nueva Naomi Campbell, quien fue cazada mientras estaba de compras con varias amigas en un Primark. Paradójicamente, ahora es percha de ropa firmada por Burberry, Gucci o Chanel. Buen cambio, Jourdan.
Jessica Stam también tuvo suerte, ya que encandiló a un agente mientras pedía café para llevar tras pasar un divertido día en el parque de atracciones. A Behati Prinsloo, en cambio, la fama le pilló mientras veraneaba con sus padres en Sudáfrica, y a Lisa Cant -imagen de Carolina Herrera, entre muchas otras- la vieron comprando muebles en Ikea e instantáneamente lo tuvieron claro.
Así que, para que esto no se quede sólo en papel, si queréis trabajar como modelos ya sabéis; nada de apuntaos a una agencia. O sí, hacedlo, pero comeos una hamburguesa, coged un avión, amueblad vuestra casa o comprad en Primark de vez en cuando.
Alejandro Bernad Perié
