Cada temporada trae consigo nuevas modas y tendencias de estilo. Colores que aparecen de repente en nuestras vidas, cortes de pelo que regresan, prendas que causan furor y, por supuesto, joyas que se convierten en imprescindibles.
Llevamos siglos adornándonos con pulseras, anillos y colgantes, y sin embargo los joyeros y orfebres siguen elaborando con pasión nuevas joyas con las que embellecernos. El secreto de su éxito intemporal e imperecedero es no solo la pericia del joyero, sino la fascinación que ejercen sobre nosotros estos metales preciosos. Por eso, podemos decirlo rotundamente: la plata de ley nunca pasa de moda, y este otoño regresa con nuevas formas y diseños. Por ejemplo:
- Pulseras de plata: ya sea en su forma más básica (lisas) o con piedras incrustadas, las pulseras de plata aportan siempre distinción. A la hora de adquirir una pulsera de plata, te recomendamos que te fijes en si es verdaderamente plata de ley. También que sea hecha a mano. A partir de aquí, el abanico de opciones es amplísimo.
- Anillos de plata: otro clásico que no pierde vigencia. Anchos, finos, con piedras preciosas o completamente lisos, hay una infinidad de combinaciones diferentes. Eso sí, te recomendamos que busques siempre anillos de plata de ley, y que luego eches un vistazo a los modelos de este año.
Estas son las tendencias en joyería para este otoño, que pasan por las piezas en plata de ley 925. Pero, ¿sabes qué significa esto? A continuación lo comentamos.
¿Qué es la plata de ley 925?
Como todo el mundo sabe, la plata es mucho más que el elemento químico de la tabla periódica representada por el símbolo Ag (del latín argentum). Es también uno de los metales preciosos de nuestro planeta. Un metal noble poco común, que se ha usado históricamente para fines tan diversos como acuñar moneda, producir lluvia artificial o realizar fotografías. Sin embargo, a nosotros nos interesa un uso igualmente ancestral: la orfebrería.
La plata se ha usado históricamente para fabricar una gran variedad de artículos de decoración y de bisutería. Ahora bien, la plata pura es demasiado blanda. Si utilizáramos plata pura para crear joyas, se deformarían y marcarían a la mínima. Por eso, las joyas se realizan en una aleación de plata pura con otros metales, como el cobre, que dotan a la joya de dureza.
La aleación puede tener una cantidad variable de plata. Por eso, para distinguir la auténtica Plata de Ley de otros tipos de plata que se usan en otros sectores, se utiliza la inscripción «925». Esta práctica viene de un sistema de identificación y clasificación que empezó a usarse en Reino Unido durante la Edad Media para evitar falsificaciones, y que ha continuado hasta nuestros días. Significa que las joyas y la platería de plata habituales están compuestas de una aleación que mezcla un 92,5% de plata con un 7,5% de otro metal, habitualmente el cobre. En todos estos casos, la joya tendrá un sello que lo indique.
De esta forma, por cada 1000 partes de una joya de plata de primera ley, 925 son de plata pura. En cambio, cuando hablamos de plata de segunda ley, la joya u objeto tiene entre un 80% y un 92,4% de pureza. Ahora ya lo sabes todo y puedes buscar tu joya de plata de ley para el otoño que empieza.